Del arte de romper barreras: Ollín Medina, queretana y pionera en el taekwondo poomsae
La modalidad de taekwondo practicado por esta queretana busca integrar elementos estéticos con los deportivos; así, los movimientos de taekwondo pueden ser apreciados desde una perspectiva artística
Para Ollín Medina, el taekwondo poomsae es un arte. Y así, rodeada de arte en el Hotel Andy, adornado con piezas de artistas queretanos, Medina recuerda que eligió esta modalidad por adecuarse a su personalidad, “por la parte artística de poder lucir en el escenario sola” y recuerda que en un combate son dos los que pelean por eclipsar.
Tanto la técnica como el combate están en el mismo nivel de importancia, sin embargo, en lo que ella brilló y además se convirtió en pionera – al ganar por primera vez una presea mundial para México- fue en la modalidad de poomsae, que se subdivide además en tradicional y free style. En ambas, Medina logró preseas mundiales en torneos de talla internacional, abriendo el paso a nuevas generaciones.
¿Por qué artístico?. Medina logró la perfecta combinación entre poomsae y atletismo y distinguirse entre la música y la técnica combinada en el free style, demostrando que el Taekwondo no es sólo combate, sino también la técnica de los movimientos y el arte de la improvisación.
Romper barreras: de mujer joven a campeona mundial
Sin embargo, no todo fue “lucir en el escenario”, como ella recuerda, “era muy difícil, en incluso, que reconocieran que esta era una modalidad competitiva”, a lo que hay que sumarle que le señalaban el ser una mujer joven queriendo abrirse camino.
“Esto fue mucho antes de lo que ha pasado en este México tan peligroso para las mujeres. Sí hubo situaciones en las que yo sentía que por ser joven, mujer, no se me daba el mismo espacio que a un maestro quizá con menos credenciales en resultados deportivos”, reconoció.
Sin embargo, ella sostiene que no callarse y “hablar directo” le acarreó “enemistades”, lo cual lamenta, al igual que los discursos “clasistas, machistas, racistas y que no nos atrevamos a señalarlo” que confirma, aún existen dentro de las estructuras del deporte. Agradeció que son “la mayoría” de los profesores y atletas que le respetan de forma igualitaria.
“Afortunadamente conté con gente buena que creyó en mí y en la modalidad. No fue sencillo, así que no me dedicaba sólo a entrenar sino también a gestionar”, recordó. Esta iniciativa, la llevó a ganar para México la -para nada insignificante- cantidad de 22 preseas, entre Campeonatos Mundiales, Juegos Panamericanos y Universidas. Tan solo en los Panamericanos obtuvo siete preseas de oro y una de plata para México, lo que revela la talla de deportista que representó a nuestro país.
2022, el año de las definiciones
Para Ollín Medina el retiro llegó en 2017, pero no detuvo ahí, su pasión por el taekwondo poomsae la convirtió en una destacada asesora de los equipos de Costa Rica y Puerto Rico, equipos a quienes ayudó a obtener 11 medallas en varios campeonatos. “Había ya alguna amistad de cuando era atleta” y describe su método de enseñanza como una preparación física para elevar el nivel, mostrando la técnica, pero también platicando.
“Yo pasé por ahí y la enseñanza no puede ser unilateral. Es importante conocerlos, preguntarles, saber si están bien, si tienen dolores físicos emocionales” y, con base en esa reciprocidad crear una metodología.
Para ella no sólo fue cambiar el papel de deportista de alto rendimiento, con el impulso de ganar, sino también acercarse a jóvenes promesas con idiosincrasias y culturas diferentes, con formas de ver la vida que finalmente también impactaron en ella.
Rodeada del arte del bellísimo hotel en el Centro de la Ciudad de Querétaro, y de visita para dar una asesoría a la escuela Taekwondo Performance de Luis Arrollo, recuerda a las nuevas generaciones que pongan su salud por encima de todo y se debe trabajar siempre en un ambiente en el que el deportista se sienta sano y seguro: “tener muy presente el objetivo a tirar a lo más alto, ponerlo en práctica, pasarlo a la acción, pero ninguna medalla, ningún campeonato mundial vale más que su seguridad física, emocional y mental”, finalizó.
En esta ocasión, Medina volvió a la ciudad de Querétaro invitada por la escuela Taekwondo Performance, de Luis Arroyo.