AMLITIO: condena al fracaso
Para cuando la “inversión” del Estado Mexicano en la Agencia Mexicana del Litio (AMLITIO) pudiera empezar a redituar – suponiendo que todo se hizo bien y sin corrupción- seguramente el litio habrá depreciado ya su valor en el mercado
¿Cuál es la relevancia del litio? Se trata de un elemento químico que se utiliza principalmente para la producción de baterías, pues es un metal ligero con una excelente conducción de electricidad y calor. También, el litio mantiene un uso medicinal como agente antimaniaco para tratar a personas con episodios bipolares, depresivos o frenéticos. Hoy en día, el litio se utiliza en una gran parte de componentes electrónicos, automóviles y celulares.
Ante la relevancia de este elemento, el presidente López Obrador a mandatado su “nacionalización” como forma de rescate de la soberanía de nuestro país y una nueva ofrenda al pueblo mexicano.
Tenemos un presidente que tiende, frecuentemente, a tergiversar, inventar, mentir y engañar. Lo mismo organizó la rifa de un avión, sin avión, que ofreció en campaña bajar el precio de la gasolina y desmilitarizar al país, o volvió un ejemplo de patriota puro y vivo al impresentable Manuel Bartlett. Ante su manía por distorsionar las cosas, resulta necesario hacer algunas precisiones sobre esta nueva “bandera pública” y ponerla en su justa dimensión.
Primeramente, no sobra decir, que contrario a lo que se ha hecho creer bajo la narrativa oficial, el litio ya era de la nación de acuerdo al artículo 27 constitucional. Segundo, es pertinente aclarar que el litio existente en México no es de fácil extracción y que nuestro país tiene una muy modesta reserva de 1.7 millones de toneladas métricas según el Servicio Geológico de EE.UU que contrastan con los 21 millones que posee, por ejemplo, Bolivia.
Asimismo, es prudente indicar que el litio mexicano se encuentra inicialmente en depósitos de pegmatita o de “roca dura” en minas a cielo abierto o en el subsuelo, a diferencia de otras partes del mundo en donde se encuentra mayoritariamente en la superficie en salmueras.
Tercero, según el propio gobierno federal en México no existe ningún yacimiento de litio en explotación y se encuentran en etapa de exploración solo tres yacimientos. Es decir, en México la explotación y el procesamiento del litio es inexistente; incierta y potencialmente costosa.
La idea setentera del presidente por monopolizar y nacionalizar sectores productivos es una pésima medida pues implica que sea solo el Estado Mexicano, ningún particular mexicano o extranjero, quien explore, explote, produzca y comercialice la industria del litio, lo que llevaría al gobierno a desviar del presupuesto de la federación miles de millones de pesos a lo largo de por lo menos 8 años antes de que la inversión pública pudiera ser productiva.
Entendamos bien, la propuesta de López Obrador es volver a un Estado empresa-monopolio que invierte muchos recursos públicos inútilmente y que bien podrían ser destinados a otros servicios públicos de mayor necesidad social: salud, educación, infraestructura…
Pero ahí no termina todo. Cuarto, y quizá el punto más relevante, diversos expertos coinciden en que más pronto que tarde el litio será sustituido por otros elementos químicos, como el aluminio, para la producción de baterías. Que se entienda, para cuando la “inversión” del Estado Mexicano en la Agencia Mexicana del Litio (AMLITIO) pudiera empezar a redituar – suponiendo que todo se hizo bien y sin corrupción- seguramente el litio habrá depreciado ya su valor en el mercado.
Para ahondar en ello, el Instituto Fraunhofer de Alemania investiga en fases muy avanzadas la transición del litio al aluminio y de momento se ha concluido en pruebas preliminares realizadas por la empresa australiana Graphene Manufacturing Group que “la velocidad de recarga de las baterías de iones de aluminio multiplican por tres la de las de iones de litio y triplica su durabilidad”.
El presidente López Obrador encabeza un gobierno de caprichos ideológicos y de fracasos necios. Se impuso su voluntad para reformar la ley minera violentando el proceso legislativo. Su propuesta para crear una empresa pública que exclusivamente explote y desarrollo la cadena de valor del litio (AMLITIO) no fue estudiada en comisiones, puesta al análisis de un parlamento abierto que escuchara a los expertos, ni dictaminada. Lo que empieza mal termina mal. Sin duda esta decisión traerá cientos de juicios de amparo e indemnizaciones que le significarán un alto costo a la hacienda pública; además de afectar la reputación internacional de México. AMLITIO esta condenada al fracaso. Uno más de este sexenio.
José Báez
Diputado Federal
José Báez
Diputado Federal. Abogado y maestro en comunicación política y gobernanza estratégica por The George Washington University. Ganó el Napolitan Victory Award en 2017 por mejor investigación académica. Fue diputado local, coordinador de gabinete del municipio Corregidora, Querétaro y Presidente Estatal del Partido Acción Nacional en Querétaro, México. Facebook: José Báez IG: pep_baez Twitter: Pepe_Baez baezaccion@gmail.com