CELAC, cachetada con guante blanco para Anaya
Estimado lector, ¿recuerda el no tan distante 20 de mayo del 2018? cuando en pleno debate entre los candidatos a la presidencia de la república, […]
Estimado lector, ¿recuerda el no tan distante 20 de mayo del 2018? cuando en pleno debate entre los candidatos a la presidencia de la república, Ricardo Anaya señaló al actual presidente de México como una persona cuyo principal problema no radicaba en la edad, sino en que, desde la perspectiva del panista, el entonces abanderado de MORENA no entendía el mundo y por consecuencia sus ideas eran muy viejas.
Pues nada más y nada menos que AMLO, el que según no entendía el mundo, impartió catedra sobre como ejecutar relaciones exteriores efectivas y lejos de la simulación que en muchas ocasiones significa el turismo político que en más de una ocasión hemos visto realizar por parte de ex presidentes, gobernadores y hasta alcaldes. Andrés Manuel sentó en la misma mesa a 31 jefes y jefas de estado de América Latina y el Caribe, donde abundaron las voces que coincidían en la necesidad de hacer un frente común en materia económica, política y sanitaria, al mismo tiempo que personajes como el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez externaron su desacuerdo con el gobierno encabezado por el venezolano Nicolás Maduro.
La sexta cumbre de la Comunidad de Estado Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) es muestra del importante lugar que tiene México en el continente y en especial el liderazgo que Andrés Manuel ha sabido asumir en una época donde urge un acuerdo comercial justo y equitativo con Estados Unidos y Canadá, sin dejar a un lado el enérgico llamado a poner fin al bloqueo comercial que EUA ha ejercido sobre cuba desde hace más de seis décadas.
Hoy a poco más de tres años de distancia del debate citado al inicio de esta colaboración, el actuar del titular del Poder Ejecutivo goza de una opinión favorable de acuerdo a las últimas encuestas y parte de ello pudiera explicarse como resultado de la eliminación de intermediarios en cuanto a programas sociales, la simpatía que mantiene el propio AMLO por encima de su propio partido o como consecuencia de su trabajo como mandatario de un país que pedía a gritos un cambio de régimen. Es claro que, así como existen opiniones favorables respecto a la 4T, el número de opositores ha crecido, pero principalmente se ha radicalizado, sustentando su rechazo en la desinformación y aunque usted no lo crea en un clasismo absurdo para nuestros tiempos.
Con seguridad los próximos meses serán álgidos políticamente hablando, se avecinan procesos electorales en algunos estados de la república y la llamada revocación de mandato, coyuntura donde la oposición al actual Gobierno de México, buscará evitar la continuidad de Obrador al frente del país.