La lucha en el PRI nacional…y el rebote local

Con la “Casa Grande” caliente –la de Insurgentes Norte, en la capital del país – lo que parecía una lucha de grupos internos del Partido […]

Foto: Archivo
Con la “Casa Grande” caliente –la de Insurgentes Norte, en la capital del país – lo que parecía una lucha de grupos internos del Partido Revolucionario Institucional por la dirigencia nacional y que sigue, podría derivar en un enfrentamiento político nacional de partidos, con presencia acusatoria para Morena, pero también del Partido Acción Nacional y del PRD, por lo de la alianza.
Esta lucha, quiérase o no, ya tomó en medio al PRI de Querétaro, justo cuando comenzaba a manifestarse la intención de buscar la dirigencia local, pero el “río revuelto” nacional, hará, seguramente, que se posponga esta intención, por la sencilla razón de que allá, en las alturas, no solo llovizna, sino que los rayos y centellas están tupidos, en una tormenta que de interna, puede crecer a niveles extra muros del partido.
Y una vieja división partidista nacional, está ahí tomando revanchas, más ahora que el PRI de Alejandro Moreno Cárdenas, su dirigente nacional, entregó magras cuentas en el reciente proceso electoral del 2021.
Conforme pasan las horas del “secuestro” de las instalaciones centrales del CEN del PRI, los bandos se van clarificando.
Por un lado, está la estructura toda, oficial, legal, del CEN del PRI y la que existe en todos los Comités Directivos Estatales del país. Y que defienden, por supuesto, a “Alito”.
En esta va el CDE queretano de Paul Ospital. De ahí salió su nominación. Y público fue su respaldo para el queretano. Ahora, estirpe obliga respuesta similar.
Y este jueves estará Paul en la capital del país, junto con todos – o la mayoría – de los dirigentes estatales.
A Paul le tocó vivir el zafarrancho del martes por la tarde. Estaba a platicar el rumbo de lo local, la forma adecuada o como y cuando podría venir la convocatoria. Todo se suspendió. También la conferencia local de ayer miércoles.
Y por esta gresca, no hay fecha para retomarla.
Se esperará, en todo caso, a que pase la tormenta nacional. Y cómo pase.
Porque, mire usted, en la toma del edificio del PRI nacional, no solo van los muy “acusados” líderes del oaxaqueño Ulises Ruiz, que encabeza desde hace buen tiempo el movimiento llamado “Democracia Interna” y el de Nallely Gutiérrez, del Colegio Profesional de Derecho; sino también – y eso es el fondo de esta toma – que ahí está partidarios de José Encarnación Alfaro y Héctor Yunes o el semi institucional de Guillermo Jiménez Morales, Jaime del Río y Aníbal Peralta del grupo “Foro Legislativo” y hasta el de José Ramón Martel, que sigue encabezando el grupo “Alianza Generacional”.
Todos estos no están jugando.
Si bien las partes se acusan unas a otras, nada justifica la violencia – hay un herido de bala – ni el secuestro.
La acusación del PRI de “Alito” se fue también por la fácil: Tachar a Morena y a Claudia Sheinbaum de no poner ahí orden público.
Y hay coincidencia en muchos de estos líderes “rebeldes” a los que tachan de que “ya ni priistas son” y que, precisamente por esta “dolorosa” derrota del 2021, se busque la tantas veces pospuesta Asamblea Nacional, que sería la XXIII, en la que se redefina a este partido, incluyendo el nombre, métodos y dirección nacional, particularmente si continúa la alianza “Va por México” y, desde luego, como recuperar para este partido el poder en el 2024, si va solo o en esa alianza, comenzando por las seis elecciones que para gobernador vienen en el 2022 y en donde, todavía, el PRI tiene a tres mandatarios de origen tricolor.
Por eso, el interés de la militancia queretana por buscar la dirigencia del CDE local, puede esperar hasta “que allá, pase el temblor”.
Andrés González
Periodista de toda la vida, egresado de la escuela Carlos Septién García, catedrático en la Universidad de Guanajuato, analista político en radio y prensa escrita, además de Premio Estatal de Periodismo en el 2000.