AQUAA, legal y dentro de la norma
En el mundo, el uso del agua – considerada universalmente derecho universal – en nuestro país corre por senderos muy estrechos; si es en los […]
En el mundo, el uso del agua – considerada universalmente derecho universal – en nuestro país corre por senderos muy estrechos; si es en los estados del norte, en Chihuahua y Sonora, se manifiesta en la escasez para las tierra de cultivo y saciar la sed del ganado: si es en los estados del sur, en Tabasco, Chiapas, Quintana Roo o Veracruz, la abundancia se transforma en inundaciones graves y la que se atrapa en sus presas, por su abundancia resulta difícil de desfogar.
Allá, en el norte, son sequías; acá en el sur, inundaciones.
Querétaro está asentado en una cuenca en donde el agua tiene un valor agregado, por la infraestructura que se debe de realizar para hacerla llegar desde sus fuentes – pozos, manantiales, acueductos citadinos conocidos hoy como acuaféricos – hasta cada uno de los hogares de los que vivimos en esta hermosa tierra.
Todo esto viene a colación porque el tema del agua para los fraccionamientos La Pradera y El Refugio, se volvió a cuestionar y fue el delegado de la PROFECO en el estado quién vino a poner los puntos sobre las íes al tocar el tema:
“La Ley de condóminos y fraccionamientos nos dice que, cuando un fraccionamiento está muy retirado de donde pasan las redes del agua, la compañía contrata una empresa. Y ese es el caso de estos dos fraccionamientos La Pradera y El Refugio. La misma inmobiliaria que vendió las casas, sede el servicio a una empresa que se llama AQUAA y esta es una empresa que está funcionando de manera legal, porque cumple con todos los protocolos de normatividad, a través de la propia Comisión Estatal de Aguas, CEA. Con esta paraestatal, hay acuerdos que fueron aprobados y publicados en el Diario Oficial del Estado, La Sombra de Arteaga y que desde el 2017, este fraccionamiento empieza a entregar las casas, se contrata a AQUAA y se les da este servicio. No hay ningún doble cobro por el servicio del agua. No es así. Cuando se entrega en las privadas, existe un macro medidor que mide el agua total de todo el cluster y se distribuye a los usuarios que están dentro de este. De ahí pasa a colocárseles un medidor individual a cada una de las viviendas, pero sigue existiendo el macro medidor y de ninguna manera es doble tributación. El usuario paga el medidor solamente de su consumo, el de su casa o departamento”.
Este es el punto final a todos los momentáneos comentarios que se dieron por el tema.
Y es que la concesión fue publicada en la Gaceta Municipal de El Marqués, el 21 de septiembre de 2018 y en la Sombra de Arteaga, el 15 de octubre de ese mismo año.
Entonces, desde esa fecha y una vez que fue concesionado el servicio del agua, es que Abastecedora Queretana de Agua y Alcantarillado AQUAA, se encuentra legal y perfectamente autorizada para prestar el servicio de agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento, disposición y reúso de aguas residuales a los usuarios del fraccionamiento La Pradera.
El problema se deriva porque no todos los usuarios han regularizado su servicio de agua, porque de un poco más de siete mil tomas de agua que existen en ese fraccionamiento, solo 586 lo tienen regularizado y perfectamente en orden. El resto –más de 6 mil 400 – son tomas irregulares de agua que no pagan el servicio de agua que reciben, acumulando años y años por esta irregularidad.
A quiénes si cumplen con la regularización, se les cobra la misma tarifa que la CEA utiliza para uso doméstico, en su calidad de económico, por cada casa habitación.
En torno a este asunto, que está perfectamente concesionado con todas las de la ley, todo lo que se diga se podría considerar tendencioso y sin toda la información.
Y se protege – eso si – a los usuarios que tienen regularizado su servicio de agua.
Así de claro es el asunto…como el agua misma.
Andrés González
Periodista de toda la vida, egresado de la escuela Carlos Septién García, catedrático en la Universidad de Guanajuato, analista político en radio y prensa escrita, además de Premio Estatal de Periodismo en el 2000.