El fideicomiso de Morena, la primera crisis de credibilidad para López Obrador
AMLO enfrenta por primera vez, como presidente electo, una crisis de credibilidad que deberá subsanar de manera eficaz y concreta en los próximos días si espera continuar la luna de miel con todos los ciudadanos

Foto: Especial
Andrés Manuel López Obrador enfrenta por primera vez, como presidente electo, una crisis de credibilidad que deberá subsanar de manera eficaz y concreta en los próximos días si espera continuar la luna de miel con todos los ciudadanos que decidieron darle una oportunidad a su proyecto, así como a su promesa de honestidad.
El problema radica en un fideicomiso que, por sí mismo no representa un problema legal, pero sí sus manejos: la forma en que fueron realizadas las aportaciones generan serias dudas sobre el origen de los recursos, lo mismo sucede con la manera en que se retiraron los dineros, para ser entregados de manera discrecional entre damnificados.
Reza un viejo dicho de la cultura popular mexicana, “No hagas cosas buenas que parezcan malas, ni cosas malas que parezcan buenas”, el cual se podría aplicar de manera idónea al fideicomiso de Morena; si en verdad el dinero tiene orígenes legales y fue destinado a quienes sufrieron afectaciones por el sismo, ¿por qué hacer las cosas de esa manera?, ¿por qué imprimir un dejo de desconfianza a una serie de operaciones que tienen, por lo menos, un tufo de sospecha?
La explicación del líder morenista es que los recursos fueron retirados por gente allegada a Morena, y entregada a líderes de este partido político, para que estos, a su vez, repartieran el dinero a través de sus estructuras y pudiera llegar, de mano a mano, a aquellos que lo necesitaban. Como prueba, mostró una serie de recibos que habrían firmado los damnificados, con copia de su credencial incluida, en los que se reconoce haber recibido el apoyo.
AMLO agregó que se tienen recibos de cada una de las transacciones, y que estos están a disposición de Hacienda, sin embargo, señaló que no se harán públicos por respeto a las personas beneficiadas.
Pese a esto, siguen quedando dudas sobre el origen de los recursos y por qué un grupo de personas, como afirma el INE, se encargaron de hacer depósitos de entre 50 mil y 200 mil pesos en una operación “carrusel”.
El siguiente paso del político tabasqueño ha sido apelar la multa que le impuso el INE a Morena por esta causa, y en caso de que las autoridades judiciales le den la razón, aún quedará un sinsabor de boca, pues el aire de sospecha en las acciones emprendidas por los integrantes del fideicomiso no es algo que debiera privar en un líder que ha abanderado la honestidad como su estandarte.
No con opacidad, no con sospechosismo; sí con claridad, sí con transparencia, sí con legalidad… así deberán de ser las próximas acciones de la administración presidencial morenista, por el bien del futuro político de México y por el bien de todos los mexicanos.