‘Peña Nieto es un humorista nato’: Hernández y Helguera presentan libros en Conque 2018

En los límites que comparten el humor y la indignación habita la caricatura periodística, un género que, en palabras del cartonista José Hernández, tiene el propósito de «ridiculizar a los personajes en el poder para que entiendan en dónde se están equivocando o qué están haciendo mal, y que, por temor a ser ridiculizados, actúen de una manera correcta».

Acompañado de su colega Antonio Helguera, Hernández presentó este viernes 4 de mayo, en el marco de Conque 2018, los libros Los sexenios de Monosapiens y Ya sé que no aplauden; el primero es una recopilación de las caricaturas que ambos cartonistas han publicado, desde 2005 a la actualidad, en la sección ‘Monosapiens’ de la revista Proceso, mientras que el segundo abunda en cartones inspirados en las acciones y declaraciones del presidente Enrique Peña Nieto.

«Son los poco más de cinco años de este extraordinario presidente Peña Nieto, que es un humorista nato» dijo Hernández sobre la publicación, cuyo prólogo fue escrito por la periodista Carmen Aristegui. El cartonista lamentó los niveles de «corrupción, cinismo y desfachatez» que alcanzó la administración que este año llega a su fin.

Al ser cuestionados sobre si sufren censura por parte del gobierno en el desempeño de su oficio, Helguera respondió que es algo «con lo que uno debe aprender a lidiar, en el sentido de aprender a defender tu trabajo con los editores», sin embargo apuntó que la censura también depende de la postura de los propios medios.

Por su parte, Hernández recordó la caricatura Top Bitch de Gerald Scarf, en la cual aparece la ex primera ministra del Reino Unido Margaret Tatcher personificada como una perra defecando, para ejemplificar al cartón político en su estado ideal.

«No debemos porque tener la menor consideración con gente que no tiene la menor consideración para robar, para saquear a un país y para matar gente, y un cartón nunca va a matar a nadie» manifestó, y añadió que «hacer escarnio de las víctimas (en las caricaturas), eso sí es ‘mancharse’».

Finalmente, Antonio Helguera describió ambos libros como un acto de rescate del trabajo que los cartonistas realizan, pues la apreciación de las caricaturas políticas es una de las formas de consumo de información más instantáneas y efímeras, situación que, aseguró, se contrarresta gracias también a las redes sociales, que permiten retomar y compartir cartones creados con anterioridad.