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Federer, campeón de leyenda

Por Staff Códice Informativo - 29/01/2017

El tenista suizo conquistó su 18º título de Grand Slam, 5º en Australia, derrotando a Nadal en cinco sets, en una final épica, que llega a sus 35 años y tras seis meses de ausencia por lesión

 Federer, campeón de leyenda

Eterno Roger Federer. El suizo conquistó su quinto título del Abierto de Australia, el 18 Grand Slam de su carrera, al vencer por fin en este grande al español Rafael Nadal, su histórico rival por 6-4, 3-6, 6-1, 3-6 y 6-3.

En el cuarto duelo entre estos dos jugadores en el primer grande de la temporada, Federer se tomó su desquite y ganó por primera vez a Nadal, su verdugo en la final del 2009, y en las semifinales de 2012 y 2014, en tres horas y 36 minutos en su partido 100 en Melbourne Park.

Increíble la hazaña del suizo, seis meses fuera de competición por una lesión de rodilla y volviendo a lo grande a sus 35 años.

El hombres más laureado dentro del tenis mundial aumentó el récord a 18 títulos de Grand Slam , primero desde Wimbledon 2012. Y conquista su 5º Open de Australia, el anterior en 2010, superando en un partido épico, digno de sus protagonistas, a Rafa Nadal, que se quedó parado en 14 grandes y un Open de Australia. Ambos volverán a coincidir en el top-10 mundial: el español, de noveno a sexto y el suizo, de decimoséptimo a décimo.

Clase y emoción y esa dosis de drama que merece un choque entre Federer y Nadal. Y Roger hizo lo imposible, ya que ganar en cinco sets a Rafa no era su terreno. Es la duodécima victoria del suizo sobre Nadal en 35 encuentros, la primera en Melbourne tras tres intentos fallidos, incluida la final de 2009, también resuelta en la quinta manga, pero a favor del español.

Fue un partido intenso, tenso e incierto hasta el final, porque Nadal estuvo muy cerca de la victoria, pues tras quebrar a su rival en el primer juego del quinto set, dispuso de una ventaja de 3-1 e incluso una oportunidad para marcar el 4-2 con su saque, pero en vez de machacar a Federer al revés con su derecha, cambió de opinión y la envió al otro lado, fallando.

El saque de Federer (20 Aces) acabó marcando la diferencia. Estuvo brillante Roger en el primer y tercer set, intocable, pegando y siendo agresivo como si el tiempo no pasase, en modo estelar. Le costó a Nadal entrar en el duelo, un poco cargado de piernas por la semifinal del viernes, pero Rafa siempre vuelve, e incluso se puso por delante en el quinto set, break arriba 2-0.

Pero cada turno de servicio de Rafa era una agonía, y acabó recuperando el break Federer, que encadenó nueve puntos consecutivo para ponerse adelante: del 3-1 Rafa al 3-4 Federer, que luego fue 3-5 cediendo su saque de nuevo el balear a la quinta amenaza de rotura.

Sacando para campeonato, 15-40 Nadal, buscando otra remontada de las suyas. Pero el servicio de Federer evitó muchos problemas al helvético, también éste. Y al segundo punto de campeonato, el ojo de halcón determinó que su derecha había tocado línea.

Aparecieron las lágrimas de emoción en el rostro de Federer, que había llorado también en 2009 pero entonces superado por el poder de Rafa Nadal.

Nadal empezó bien el primer set, ganando dos servicios en blanco, pero se enfrió después y en el séptimo cedió su saque, y entre ese y los dos siguientes juegos, solo pudo ganar un punto.

Federer lanzado, con un tenis muy directo y veloz se apuntó el parcial en 34 minutos, con dos saques directos en el décimo juego. El suizo ganó 14 de los 15 puntos de su primer servicio, un 93 por ciento, más un 67 por ciento con el segundo saque, y sumó 13 golpes ganadores.

La derecha de Nadal apareció entonces como en los viejos tiempos, cuando resquebrajaba su moral hasta desquiciarle, quebró dos veces, 2-0 y 4-0, y aunque luego entregó su saque en el quinto (4-1) se mantuvo firme para hacerse con este segundo parcial en 42 minutos con solo cuatro errores no forzados.

En el tercero, Federer tuvo que recurrir a tres saques directos para salvar tres puntos de rotura en el juego inicial. Tomó aire y quebró a continuación gracias a dos formidables derechazos, y a partir de ahí se creció.

A base de Aces Federer tomó ventaja 3-0 en el siguiente, y puso en liza todo su armamento. Fueron los momentos más brillantes del suizo, que recobró su velocidad de pegada, mientras que Nadal parecía notar las cinco horas de su partido contra Grigor Dimitrov y el día menos de descanso.

El de Basilea volvió a quebrar a Nadal (5-1) y cerró la manga con una delicada volea de revés.

Un minuto menos duró el cuarto set, con un Federer más lento y con más fallos y un Nadal que no desesperó y que aseguró su saque sin pasar más apuros. Roger perdió el suyo en el 3-1, y eso bastó al español para nivelar el encuentro después de dos horas y 37 minutos.

Federer abandonó la pista para recibir tratamiento médico inmediatamente después. Su muslo derecho le dolía. Y cedió de entrada su saque, el peor error que podría cometer. No obstante, no bajó los brazos y remontó un 3-1.

Nadal dispuso de una ventaja para ponerse por delante 4-2 con su saque, pero en vez de seguir con su derecha al revés del suizo, abrió, y su golpe salió fuera. Ahí perdió su gran oportunidad después de un esfuerzo descomunal, porque al final, al sexto punto de rotura de este parcial, entregó su servicio (3-3).

Federer acabó ganando los últimos cinco juegos. Al final, sus lágrimas aparecieron, como suele suceder en él mejor jugador de la historia, cuando la emoción le embarga.

Su ídolo Rod Laver entregó la copa a Federer, después de una épica victoria. Pero antes el suizo había observado lo sencillo que es para Nadal regresar. “Es impresionante lo fácil que lo hace”, había dicho, y este domingo su frase le dio la razón sobradamente, porque estuvo a punto de la derrota, pero resurgió con un gran final.

 

 

 

 

 


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