Otro capítulo: Nadal-Federer en Australia

El español Rafael Nadal derrotó al búlgaro Grigor Dimitrov, en un épico encuentro por 6-3, 5-7, 7-6 (5) 6-7 (4) y 6-4, y se clasificó para disputar por cuarta vez la final del Abierto de Australia, donde se enfrentará al suizo Roger Federer, en busca de su título 15 del Grand Slam.

Este domingo Nadal revivirá uno de los grandes duelos de la historia del tenis, épicos la mayoría de ellos, contra Federer, a quien domina en el “clásico de los clásicos” de este deporte por 23 victorias a 11. Entre ambos suman 31 Grand Slam.

Ocho de esos encuentros fueron en finales de Grand Slam, con las de Wimbledon 2008 y Australia 2009 como máximos exponentes de la rivalidad y la emotividad dentro y fuera de la pista.

En un agotador encuentro de cuatro horas y 56 minutos, con Nadal peleando en los dos desempates con todas sus armas, ganando el primero de ellos, clave para apuntarse el segundo parcial en 70 minutos, cediendo el segundo ante el virtuosismo de Dimitrov, y demostrando en el quinto su fe y coraje, al salvar dos puntos de rotura con 4-3 para Grigor, el español avanzó a la Final número 21 de su carrera del Grand Slam.

Nadal, de 30 años, se sobrepuso a esos momentos clave, y también a los 79 golpes ganadores de Dimitrov y a su fe ciega en una victoria que tuvo muy cerca, pero el zurdo español, cuya derecha le abandonó en algunos momentos, logró ganar el encuentro, el segundo más largo de este torneo hasta el momento, superando las cuatro horas y 49 minutos del duelo de segunda ronda entre el uzbeco Denis Istomin y el serbio Novak Djokovic.

DUELOS ÉPICOS. La primera final de un Grand Slam la disputaron en 2006 y tuvo como escenario Roland Garros Sus choques dentro del escenario de uno de los cuatro torneos grandes del tenis mundial comenzó en 2006 sobre la arcilla de Roland Garros, donde casi un adolescente Nadal se plantó en la final del torneo parisino y fue capaz de ganar al número uno del mundo en cuatro sets (1–6, 6–1, 6–4, 7–6(4)).

Para el siguiente capítulo hubo que esperar algo más de un mes y el All England Club fue testigo de la primera final sobre la hierba de su central de estos dos gigantes de la raqueta. Federer esta vez se hizo con la victoria también en cuatro sets 6–0, 7–6(5), 6–7(2), 6–3.

Al año siguiente se volvieron a ver las caras en París y en Wimbledon, con idéntico resultado, una victoria para cada uno en la superficie en la que mejor se desenvuelven. El español se llevó el Trofeo de los Mosqueteros, de nuevo en cuatro sets (6–3, 4–6, 6–3, 6–4), y por su parte el suizo tuvo que sudar un poco más en la pista para hacerse con su quinto entorchado británico en ese momento. El resultado del partido fue 7–6(7), 4–6, 7–6(3), 2–6, 6–2.

NADAL CONQUISTA WIMBLEDON. En 2008, casi como un deja vu volvieron a repetir las mismas finales, pero esta vez las dos coronas fueron para Nadal. Sobre la tierra parisina Nadal hizo uno de sus mejores partidos contra Federer y prácticamente sacó de la pista al jugador helvético con un contundente 6–1, 6–3, 6–0. La superficie verde británica de nuevo fue testigo del sexto enfrentamiento entre ambos en finales de Grand Slam. Por primera vez el tenista manacorí iba a saborear el triunfo en el All England Club. Tras un partido agónico y casi en penumbra, Nadal se llevó la victoria con un ajustado 9-7 en el quinto set. Había conquistado el jardín del helvético, donde llevaba cinco ediciones consecutivas sin perder un partido.

LAS LÁGRIMAS DE FEDERER EN AUSTRALIA. En 2009, Australia también fue testigo de uno de los partidos más emotivos entre estos dos gladiadores de la raqueta, tras una lucha de poder a poder, y varias horas sobre la pista, Nadal ganaba su primer Abierto australiano después de cinco durísimos sets (7–5, 3–6, 7–6(3), 3–6, 6–2). En la entrega de trofeos, Federer no pudo aguantar las lágrimas y se puso a llorar, en una de las escenas más emotivas que se recuerdan en la pista central de Melbourne Park.

Su frase del suizo “Dios esto me está matando”, porque Nadal le impidió entonces igualar los 14 grandes del estadunidense Pete Sampras, quedó en la retina de todos los espectadores, al igual que el abrazo de Rafa que acudió a abrazarle inmediatamente para consolarle.

LOS ÚLTIMOS ENCUENTROS. El último de sus enfrentamientos en torneos de Grand Slam se produjo en 2011, tuvo de nuevo como testigo la pista central de Roland Garros y de nuevo Nadal se llevó el gato al agua ganando la final parisina en cuatro sets (7-5 7-6 5-7 6-1).

Seis años después, cuando casi nadie contaba con ellos para llegar a una nueva final de uno de los grandes, Nadal y Feder, Federer y Nadal se vuelven a citar para que el público se rinda ante sus derechas demoledoras y elegantes reveses a una mano. El tenis les vuelve a dar una nueva oportunidad para tocar el Olimpo de la raqueta.

El español volverá a una Final de un Grand Slam por primera vez desde que ganó su noveno título en Roland Garros, en 2014.

De esta manera, Nadal alcanzó su final N°21 en eventos de Grand Slam, igualando al serbio Novak Djokovic en el segundo lugar histórico, sólo superados por Federer, que jugará la Nº28 de su extraordinaria carrera.

A CONSIDERAR…

*Se han enfrentado en su carrera tenística en 34 ocasiones (23-11 para Nadal).

* Ocho de esos partidos han sido finales de Grand Slam (6-2 para el de Manacor).

* Las finales de Wimbledon 2008 y Australia 2009 han sido máximos exponentes de su rivalidad dentro de la pista.

* Federer tuvo la carrera más dominante de la historia del tenis durante cuatro años (2004–2007). Su historial de partidos disputados llegó a totalizar 315 partidos ganados contra 24 perdidos; sin embargo, dicho historial incluye un mero 6–8 contra Nadal, quien es una de las tres personas en activo que poseen un récord positivo de enfrentamientos contra él (las otras son Gilles Simon y Andy Murray, que tienen récords de 2-0 y 6-2 respectivamente contra Federer).