Investigador de la UAQ propone tecnología para desalinizar agua de mar

“El agua no se crea ni se destruye, sólo se contamina. La madre naturaleza nos ha dado una cierta cantidad de agua y nosotros no podemos modificar esa cantidad pero sí su calidad”, aseguró el doctor Víctor Pérez Moreno, profesor investigador de la Facultad de Química de la Universidad Autónoma de Querétaro, quien es responsable del proyecto “Nueva tecnología de desalinización de agua de mar de manera selectiva”.

Mediante este proyecto, desarrollado en el Centro de Estudios Académicos sobre Contaminación Ambiental (CEACA) de dicha Facultad, el investigador modificó membranas cerámicas comerciales para eliminar selectivamente algunas sales.

El resultado fue la remoción de entre 97 y 98 por ciento de magnesio, calcio y potasio, “es decir, esta tecnología elimina 50 por ciento de sales del agua marina”, detalló el doctor en un comunicado de la UAQ.

Pérez Moreno destacó que para llevar a cabo este proyecto eligió el agua de mar por ser el líquido más complejo, ya que contiene prácticamente todos los elementos químicos de la tabla periódica.

De acuerdo con los resultados satisfactorios que obtuvo, aseguró tener la capacidad de realizar las adecuaciones necesarias a estas membranas para extraer cloruros, sulfatos, mercurio, arsénico o plomo, de otros tipos de agua.

Comentó que este trabajo, financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), surgió como una propuesta para mejorar la calidad del agua de mar y utilizarla para consumo humano, servicios o riego.

“El agua dulce que tenemos disponible en el planeta aproximadamente es de 3 por ciento y esa cantidad se encuentra distribuida en glaciares, aguas subterránea y lagos”, argumentó.

A diferencia del proceso convencional que se emplea para eliminar sales del agua de mar, conocido como ósmosis inversa que remueve 99.9 por ciento de ellas, su desarrollo tiene la ventaja de seleccionar los compuestos a separar, lo que permitiría trabajar también con aguas salobres –que se encuentran en estados como Querétaro, Guanajuato y San Luís Potosí-, e incluso contaminadas con metales pesados.

Pérez Moreno indicó que en la ósmosis inversa se emplean membranas poliméricas hechas a base de plástico, las cuales tienen un desgaste mayor. En cambio, las membranas cerámicas que modificó, aunque sus aplicaciones son directas en la industria alimentaria, también sirven para estos fines, como filtro por tamaños de partículas y como intercambiador iónico, y además de tener mayor resisten térmica, química y mecánica, pueden regenerarse y durar hasta dos años.

El universitario sostuvo que el desarrollo de “esta tecnología podría aplicarse como tratamiento previo a la ósmosis inversa” para desalinizar agua de mar o cualquier agua que se quiera emplear para consumo, como ya se hace en diversos países, entre ellos, Japón, España o Emiratos Árabes, naciones que aprovechan el agua de las costas que los rodean.

“México cuenta con aproximadamente 11 mil 500 kilómetros de litoral marino, es decir, de costa, las cuales son empelamos para la recreación. Muchos de los países como Japón, que prácticamente es una isla, todo el litoral marino lo utilizan para abastecer su agua, desalinizarla y tomarla, realmente sería una fuente que podríamos aprovechar”, aseguró.

Pues si bien, el país cuenta con los ingresos económicos que se perciben en diversos centros turísticos ubicados en las costas, sostuvo que también representan contaminación para los mares, por lo que consideró una obligación desalinizar cierta cantidad de agua para abastecer las necesidades que se tengan de este líquido.

De acuerdo con el comunicado, Pérez Moreno comentó que actualmente CONAGUA está interesada en darle continuidad a su proyecto para llevarlo a una planta real en operación.

“Todo este tipo de tecnologías e innovaciones son oportunidades que cualquier científico puede desarrollar para contribuir con nuestro conocimiento a mejorar todo lo relacionado con el medio ambiente”, sostuvo.

De este trabajo han derivado tesis de licenciatura y maestría, así como la publicación de artículos científicos en las revistas internacionales “Ingeniería Química e Investigación en Industria” y en “Desalinización”. Actualmente el doctor Víctor Pérez Moreno se encuentra desarrollando la patente de este proyecto.