El vino, una industria pasional que da ganancias en 20 años
Lluis Raventós Llopart, presidente de la Asociación de Vitivinicultores de Querétaro (AVQ), destacó que los impuestos que se cobran al vino en México hacen a la industria poco competitiva
La industria del vino es una inversión a largo plazo, un negocio, un modo de vida pasional que deja prontas ganancias, sino después de 20 años, destacó Lluis Raventós Llopart, presidente de la Asociación de Vitivinicultores de Querétaro (AVQ), quien refirió que Querétaro es el primer productor de vino espumoso en México.
“La cultura del vino es una industria a largo plazo porque hay todo un análisis detrás, desde la planta del viñedo, a que empieza a sembrar la uva, a que empiece a producir, agarrar la uva, la elaboras, la empiezas a hacer vino, la añejas, la vendes, pueden pasar muchos años. Sí tienes un activo importante que se amortiza a 20-25 años, es muchísimo. Hay que ver la industria del vino como una inversión a largo plazo, un modo vida pasional, pero también un negocio”, dijo
En el estado de Querétaro se cuenta con 500 hectáreas de viñedos, de los cuales 90 por ciento se encuentra en plena producción y anualmente se producen tres millones de botellas de vino, 60 por ciento de estas son de vino espumoso.
Este tipo de vino, como es el caso del Sala Vivé de Freixenet, puede ser blanco o rosado, y se mezcla con azúcar y levadura y produce una fermentación; una vez preparado pasan 9 meses en crianza en barrica en el caso de un vino joven, 15 meses uno de reserva y 24 meses uno gran reserva.
Durante este proceso, la levadura se come el azúcar y la transforma en burbujas; al morir, ésta se deposita en el estómago de la botella. Cabe destacar que la presión que adquiere en este proceso es similar a la presión del neumático de un camión.
De acuerdo con Raventós Llopart, también gerente general de finca Sala Vivé, Querétaro ocupa el tercer lugar en producción de vino en México, el primer lugar lo ocupa Ensenada, Baja California. En entrevista, agregó que a pesar de los grandes niveles que se producen en el país existe un gran reto: el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), que cobra el 42.5 por ciento del precio del vino.
“México nos hace menos competitivos en comparación con otras zonas productoras del mundo, esto aplica a todo el vino, importado y nacional, esto frena el consumo. La parte cultura es muy importante, el vino en Europa está mucho más en las mesas, mucho más arraizado, y en México, a través y gracias al esfuerzo del Consejo Mexicano Vitivinícola, después de meses de trabajo ha conseguido entrar dentro de la Organización Internacional del Vino (OIV), México ya es considerado como país productor del vino”, destacó.
Y es que en el caso del vino de México, por ejemplo, el impuesto sobre el alcohol es del 26.5 por ciento y el IVA del 16 por ciento, mientras que en España el impuesto sobre el alcohol es de cero pesos y el IVA es de 21 por ciento.
Aunque México no es un gran exportador de vino, pues la intención es que éste sea consumido en el país, éste también se consume en países europeos y asiáticos, así como en Estados Unidos. Querétaro, por ejemplo, exporta un 20 por ciento de su producción.