Dirigentes partidistas y alcaldes toman Casa Veracruz hasta que gobierno del estado les pague participaciones federales
Acusan al gobierno del estado de haber usado participaciones federales de los municipios en gasto corriente estatal
EFEMEX
Dirigentes y presidentes municipales del Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) tomaron la residencia oficial del gobernador de Veracruz, estado que pasa por una importante crisis política y financiera.
En protesta por la falta de depósito de dinero federal a los ayuntamientos, las autoridades municipales y dirigentes de esos dos partidos tienen en sus manos desde hace 10 días la sede del Poder Ejecutivo Estatal y la noche del domingo se apoderaron de Casa Veracruz, nombre como se conoce a la residencia oficial del gobernador en turno.
La toma de Casa Veracruz ocurre luego de una ríspida reunión entre el gobernador interino, Flavino Ríos, y su secretario de Finanzas, Antonio Gómez, con alcaldes de oposición que reclaman el pago de dos mil millones de pesos (105 millones de dólares) de participaciones federales.
El encuentro fue trasmitido en vivo y a escondidas por la cuenta personal de Facebook Miguel Ángel Yunes Márquez, alcalde de Boca del Río e hijo del gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares (PAN).
Al encuentro también asistieron los líderes estatales del PRD, Rogelio Franco, y del PAN, José de Jesús Mancha, quienes se enfrascaron en una fuerte discusión con las autoridades del estado.
Los presidentes municipales y los dirigentes partidistas acusaron al gobernador y a sus funcionarios de “ladrones” y “sinvergüenzas” por utilizar recursos de los municipios para gasto corriente.
Encabezados por el hijo del gobernador electo, los alcaldes denunciaron que es un delito utilizar fondos que eran para los 212 municipios de Veracruz y anunciaron que no se moverán del lugar hasta recibir su “lana” (dinero).
“No tengo inconveniente si se quieren quedar aquí”, respondió el gobernador interino, quien negó que haya robado dinero: “Lo aclaro y lo preciso: no me robe ningún solo centavo”.
Cuando los insultos crecieron, el gobernador y el secretario de Finanzas abandonaban la reunión, mientras autoridades municipales los acusaban de ser “unos cobardes”.
En las elecciones del pasado 5 de junio, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), tras 86 años de hegemonía, perdió el gobierno estatal a manos de una alianza opositora de PAN y PRD, cuyos líderes tomaron Casa Veracruz.
A las pocas semanas, el gobernador Javier Duarte solicitó y obtuvo licencia para separarse del cargo y luego se convirtió en prófugo de la justicia al ser acusado de delincuencia organizada y lavado de dinero.
La quiebra financiera en que se encuentra Veracruz ha provocado que se dejen de pagar salarios y prestaciones laborales a funcionarios y maestros, así como retrasos en el pago de participaciones federales a los municipios.
Derivado de la crisis económica, presidentes municipales del PAN y PRD tomaron la sede del Poder Ejecutivo del Estado para exigir el pago de los adeudos, y se les unieron diputados y dirigentes de sus institutos políticos.
En este escenario, se encuentran suspendidos los trabajos de entrega y recepción de la administración al gobernador electo Yunes Linares, quien deberá asumir el cargo el 1 de diciembre.