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Concluye INAH diagnóstico para restaurar “El Caballito”; la escultura fue dañada en el 2013

Por Staff Códice Informativo - 01/11/2016

La restauración de 2013 dañó la escultura por la aplicación incorrecta de ácido nítrico que provocó la pérdida de capas en su superficie

 Concluye INAH diagnóstico para restaurar “El Caballito”; la escultura fue dañada en el 2013

Especialistas en monumentos históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México anunciaron hoy la terminación del diagnóstico para la conservación y restauración de la estatua ecuestre de Carlos IV.

Luego de que la escultura de Manuel Tolsá, conocida como “El Caballito”, sufriera graves daños en 45 % de su superficie en un mal proceso de restauración realizado en 2013 por el Gobierno de la Ciudad de México, un grupo interdisciplinario concluyó el diagnóstico y dio a conocer las líneas de trabajo de la nueva restauración.

El análisis comprendió una revisión profunda de los materiales, estructuras y recubrimientos, con énfasis en las tareas de estabilización de la superficie metálica y las condiciones del pedestal, dijeron en rueda de prensa Arturo Balandrano, coordinador nacional de Monumentos Históricos, y Liliana Giorguli, coordinadora nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH.

La Secretaría de Cultura de México, a través del INAH, emprendió desde mayo de 2016 un proyecto para restaurar El Caballito y recuperar su estabilidad, unidad y apariencia, con fondos del Gobierno de la Ciudad de México.

El diagnóstico fue realizado por equipo de especialistas dirigidos por el INAH provenientes de las facultades de Ingeniería y Química, así como del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). También participaron especialistas de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía.

Giorguli detalló que luego del diagnóstico se intervendrá la pieza, pero ahora con el conocimiento de su tonalidad original y con un criterio que respetará ante todo los materiales constitutivos.

Adelantó que en mayo de 2017 se iniciará la intervención con una limpieza general y acuciosa para partir así de una superficie con comportamiento homogéneo que permita lograr una estabilidad química que consistirá en la generación de una capa de óxido de cobre.

“Se van a resanar las grietas y espacios de filtración para la estabilidad de la estructura y colocaremos en otra etapa recubrimientos de integración visual y protección”, dijo.

El Caballito tiene casi cinco metros de altura, alrededor de cinco de largo y un peso aproximado de 13 toneladas compuestas de cobre, plomo y estaño, y fue sometida a diversas restauraciones e intervenciones a lo largo de los siglos XIX y XX.

Giorguli refirió que la escultura se terminó de fundir en 1802 y Manuel Tolsá tardó todavía 14 meses en darle su acabado con injertos, parches y pernos que fueron ensamblados a la pieza, además de llevar a cabo el cincelado posterior.

Además, el escultor le dio a la escultura una capa pictórica con un barniz olivo-pardusco, la cual fue descrita en 1814 por Alexander Humboldt al ver la obra y confirmada por los estudios actuales.

La especialista afirmó que la restauración de 2013 dañó la escultura por la aplicación incorrecta de ácido nítrico que provocó la pérdida de capas en su superficie que se notan por escurrimientos del material tanto en el cuerpo de la pieza como en el pedestal. EFEMEX


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