Otra victoria a modo para el Canelo

La carrera del peleador mexicano Saúl Canelo Álvarez sigue por el rumbo gris que le eligió el promotor Oscar de la Hoya, luego de derrotar a un campeón sin clase, sin categoría y sin boxeo por nocaut en el noveno round, para ganar el título superwelter de la Organización Mundial de Boxeo ante 51 mil aficionados en el Estadio de los Vaqueros de Dallas en Arlington.

La pelea fue monótona, y exceptuando por la valentía del peleador inglés que en franca desventaja de peso como la mayoría de los rivales del peleador jaliciense, peleó hasta donde le alcanzaron las fuerzas, no hubo nada para elogiar a un mediocre Saúl Álvarez, que ahora, cansado desde los primeros rounds de la pelea, evitó moverse y “se refugió” en la zona de cuerdas, desde donde trató de controlar la pelea, aunque la estrategia, si es que hubo alguna, falló pues fue ahí donde recibió la mayor parte de los golpes de su adversario.

Para el peleador mexicano, la noche fue auténticamente como salir a “hacer guantes” con un sparring que no lo amenazó nunca, pero que se le puso al brinco en el segundo round y luego al final del quinto y el sexto, pero no lo suficiente, pues sus golpes no llevaban ningún tipo de peligro al Canelo, quien apenas se despeinó en la pelea, y como decidió no moverse mucho para recuperar el aire que había perdido, ni siquiera lucía tantito cansado al acabar el combate.

La muestra de la falta de preparación de Álvarez y de los problemas que registró para dar el peso, quedaron al descubierto cuando luego de haber puesto en la lona a Smith en el séptimo y octavo asaltos, no tuvo el gas para terminarlo, y fue hasta el noveno con un golpe defectuoso tirado en forma de volado pero muy cerrado, aspirando a ser un gancho, que conectó la zona hepática del inglés quien cayó y prefirió ya no levantarse.

Al concluir la pelea, Álvarez ya no declaró que había que dejarse de “mamarrachadas”, simplemente agradeció a la gente que acudió al estadio de los Vaqueros de Dallas en la entrevista que le hizo la cadena HBO, y dijo que “Me lastime mi (sic) mano derecha en el segundo round, y por eso ya no pude ocuparla tanto y fue más la izquierda”.

Aseguró que no iba a comprometer a su promotor, quien presuntamente no quiere hacer la pelea contra Gennady Golovkin y luego dijo que “yo no le tengo miedo a nadie y le ofrecimos lo doble o lo triple por la pelea… y esperamos que conteste…” Luego dijo que no era cierto que lo estaba evadiendo. “He hecho historia, soy el mejor peleador del mundo… “ Y luego, fiel a su estilo, cuando tiene enfrente a un periodista que lo cuestiona en forma seria y con argumentos, salió corriendo para no tener que contestar más preguntas… Poca cosa, como siempre…

El Cowboys Stadium fue abierto para 80 mil personas en total, y se vendieron apenas 36 mil boletos, y en diferentes promociones se regalaron casi 15 mil con la esperanza de que se llenara, pero ni así. Julio César Chávez llevó a más de 61 mil al Alamo Dome de San Antonio, Texas en 1993, por lo que sigue siendo el peleador mexicano más taquillero de la historia en Estados Unidos.