Centenario del América arruinado

Cuando parecía que se le escapaba la final al superlíder del futbol mexicano, Rayados de Monterrey, un inesperado penalti por una mano de Miguel Samudio al minuto 83 fue convertido por Edwin Cardona cuatro minutos después de que el árbitro Roberto García marcara la infracción, para sentenciar el marcador definitivo de 4 goles a 2, que les dio el boleto a la final donde esperan a quien resulte vencedor de la serie que finaliza hoy entre Pachuca y León.

Fue un intenso y emocionante partido, Rayados trató y de hecho durante la primera mitad del partido superó al América pero sólo pudo reflejar su intenso dominio con una solitaria anotación al minuto 27 por conducto de Cardona.

Apenas arrancando la segunda mitad que fue realmente cardiaca, Carlos Sánchez habilitó al 48 a Rogelio Funes Mori para poner 2-0 en el marcador a los regiomontanos que con ello aseguraban el boleto a la final de la Liga MX. Sin embargo, lejos de que el encuentro quedara definido en ese momento, América empezó a presionar y sus esfuerzos se vieron premiados en el marcador gracias a dos extraordinarias intervenciones de Michael Arroyo quien tomó el lugar del “Chepe” Guerrero al minuto 54.

Dario Benedetto tomó el lugar de Darwin Quintero al 58, con lo que Nacho Ambriz trataba de ser rotundamente ofensivo, jugando sólo con dos contenciones ante la peligrosa ofensiva rayada que continuaba escapándose entre las líneas americanistas.

Al minuto 63, Arroyo conectó con el balón venció con un soberbio disparo en tiro directo al arquero de Rayados, Jonathan Orozco que tuvo varias intervenciones extraordinarias que habían impedido que el América se hiciera presente en el marcador.

Con una barrera de 5 hombres y dos del América en movimiento, Orozco no alcanzó a ver el viaje del balón que se coló limpio cerca de la base de su palo derecho, con lo que nuevamente, tal y como era al comenzar el encuentro, Rayados estaba eliminado y el América, por el criterio de gol de visitante, aunque igualados en el global, tenía el boleto.

Sin embargo, Carlos Sánchez al 77 le volvió a dar vida a Rayados cuando de la nada tomó el balón se aproximó al área de los capitalinos y sacó un fogonazo entre tres defensores americanistas que el portero Hugo González, literalmente, sólo vio pasar.

Al 79, el América se fue con todo con el ingreso de Da Silva en lugar del “Rifle” Andrade, y nuevamente la peligrosidad del América se vio reflejada cuando otra vez, en la misma zona izquierda del ataque de las Águilas, otra falta sobre Arroyo forzó un nuevo tiro directo. Como si se tratara de una copia al carbón, el mediocampista de las Águilas tomó el balón y ante otros cinco defensores de Rayados y dos jugadores del América en movimiento, entre jaloneos y empujones, puso el balón dentro de la meta regiomontana, la única diferencia es que esta vez el balón no pegó antes de meterse, sino que se fue directo a la meta a media altura, Orozco alcanzó a rozar el balón con los dedos, pero no evitó la segunda anotación del América.

Al minuto 83 se desató la polémica cuando en un desborde por la izquierda vino un tiro al área de las Águilas y Miguel Samudio se tiró para tratar de sacar el balón, aparentemente intentó con el hombro, pero el árbitro considero que era una mano deliberada y marcó el tiro de castigo que tardó más de 4 minutos en tirarse.

A diferencia de lo que aconteció la semana pasada cuando Funes Mori y Cardozo fallaron sendos penales ante Tigres, esta vez Cardona sacó un cañonazo pegado al palo izquierdo de Hugo González que no pudo alcanzar para cerrar la cuenta al minuto 87.

Los reclamos de los jugadores americanistas no se hicieron esperar y el árbitro que ya le había sacado la primera amarilla a Goltz en cuanto se marcó el penalti, lo amonestó de nuevo y lo mandó a las regaderas; sin embargo en medio de los empujones y reclamos, también le sacó una roja directa a Oswaldito Martínez dejando con sólo nueve elementos al América, y 4 minutos de compensación.

Los últimos minutos del partido fueron igual de intensos. Monterrey escapando a velocidad ante el debilitado equipo de Ambriz, y América tratando  base de pelotazos de meterse al área. Por segunda ocasión consecutiva las Águilas fueron eliminadas en las semifinales, tal y como les ocurrió la campaña pasada ante los Pumas de la Universidad.