Cancillería apoyará a Gonzalo, joven queretano encarcelado en España, 3 años después de su detención
En tres años, la Cancillería mexicana solo le había ofrecido un defensor de oficio
Pasaron ya tres años de que Gonzalo Contreras Rincón, un joven originario de Querétaro, enfrenta una sentencia en una cárcel de España, donde se le acusó de meter droga a ese país en un contenedor con mármol, que salió de México, como parte de las importaciones de su empresa de comercio exterior.
Y después de tres años encarcelado, será apenas el 3 de marzo de 2016, cuando Gonzalo recibirá a personal de protección consular a fin de interponer un recurso legal en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, para que sea revocada la sentencia que lo mantiene preso en la cárcel de Aranjuez, en Madrid, según lo confirmó su madre, la señora Iliana Köster, en entrevista para Códice Informativo, con base en información de la Cancillería.
En los primeros días de marzo, Gonzalo podrá salir de la cárcel por segunda vez, para pasar cuatro días con familiares y amigos, como parte de un permiso con restricciones que otorga la justicia española a los reos que han cumplido con ciertas condiciones.
La primera vez que el joven queretano dejó la cárcel durante su condena fue en diciembre de 2015. Durante cuatro días tuvo que llegar a dormir a una casa que le llaman de acogida, e ir a pasar lista a una comisaría. Durante el día podía caminar libremente, sin grilletes.
“Les dan la oportunidad de reintegrarse a su vida, para que no pierdan contacto con su gente”, explicó la madre de Gonzalo a Códice Informativo.
De las oportunidades de la libertad a la vida en el encierro
Gonzalo viajó de México a España en 2007, como parte de un intercambio de la Universidad del Valle de México (UVM), campus Guadalajara, con la Universidad Europea en Madrid, para culminar sus estudios de comercio exterior. Posteriormente concluyó una maestría en comercio de vinos y licores, y aprendió también francés. Para pagarse sus estudios laboró como instructor certificado de pilates. Para 2011, ya contaba con la residencia española, y estaba casado con una joven, narró su madre a Códice Informativo.
En 2012 inició con un negocio de importación y exportación de productos.
“Él estaba pretendiendo importar plata, artesanías y otras cosas desde México y exportar de España aceite de oliva. La primera opción que se le dio en ese momento fue vamos a importar mármol (de México a España) pues económicamente era como un precio accesible, que daba un buen margen de utilidad. Hicieron la importación legal de un contenedor (…) y llegó sin problemas a Valencia”, apuntó su madre.
Con el fin de obtener mejores condiciones aduanales, constituyó una empresa el 11 de julio de 2012, llamada “Top Development Oportunities“, con un capital social de 3 mil euros, obtenidos a través de un préstamo, según documentos en poder de Códice Informativo.
“Entonces se hizo el envío de otro contenedor nuevamente desde México, y en este caso ya no llegó a Valencia, sino a Alicante, pero en cuanto llegó el contenedor, le avisaron a mi hijo que venía con los sellos rotos y la mercancía, las placas de mármol, venían quebradas. De hecho él no pudo irse a Alicante porque estaba trabajando y dando un curso de pilates en Madrid, entonces envió a su esposa, para que pudieran hacer la reclamación. Eso sucedió el 3 o 4 de octubre y el 10 de octubre (de 2012) a él y a su esposa los detuvieron en Madrid, sin haber estado él en contacto con el contenedor”, relató su madre a Códice Informativo, quien detalló que ese contenedor fue armado y sellado desde México.
“La dirección de referencia para la entrega de la mercancía era su domicilio particular, que es otra de las incongruencias, porque si una persona se dedica al tráfico de drogas lo menos que va a hacer es vincular su domicilio particular con una cosa así”, precisó la madre del queretano de 30 años de edad, quien señaló que el contenedor presuntamente salió del puerto de Veracruz.

Juicio sin apoyo
Gonzalo nació en Querétaro, pero desde pequeño vivió en Guadalajara, Jalisco. El joven empresario enfrentó un proceso con diversas irregularidades por parte de las autoridades judiciales españolas, según relata su madre.
Tras su detención fue recluido un año en la cárcel de Picassent, en Valencia, mientras se realizaba el proceso en su contra.
“No le dieron derecho a fianza porque dijeron que era mexicano y se podía fugar (…) nunca le dieron oportunidad, siendo que él tenía un historial irreprochable, ni siquiera una multa de tránsito”, mencionó la señora Iliana Köster.
Durante el juicio, la defensa de Gonzalo había solicitado 16 testimoniales que hablarían a su favor; incluso autoridades aduanales y portuarias que estaban en el momento de la llegada del contenedor.
“A mí me dejaron hablar dos minutos y de los 16 testimoniales no dejaron desahogar una sola prueba”, acusó en entrevista con Códice Informativo, la madre del joven queretano.
Mencionó que Gonzalo fue representado inicialmente por una abogada particular, y que fue en ese lapso cuando la Cancillería le ofreció un abogado de oficio, por lo que los familiares prefirieron seguir con los servicios de la defensora. Posteriormente, ante la incapacidad para cubrir los gastos de la abogada, durante ocho meses se quedó sin defensor, hasta que uno de sus compañeros en la cárcel le recomendó otro, que es el que lo ha representado hasta la fecha, para lo cual la familia tuvo que juntar 2 mil euros para pagar sus honorarios.
Dos años después de que Gonzalo fue sentenciando por la justicia española, su entonces esposa le pidió el divorcio.
“Tengo que decir que no es fácil sobrellevar esto. Es difícil tener que enfrentarse a uno mismo y “sus demonios” . Es duro estar recluido y lejos de la gente que quieres. Es doloroso separarte de alguien a quien amas en contra de tu voluntad. Es muy complicado aceptar que fui condenado a una pena de 9 años (…) Resulta frustrante sentirse tan impotente y ver que tu palabra tiene valor nulo”, expresó Gonzalo en una carta escrita en septiembre de 2015, que fue publicada en la página de Facebook Gonzalo es Inocente.
El 12 de octubre de 2015 la madre de Gonzalo envió una carta al presidente Enrique Peña Nieto para que el gobierno mexicano solicitara al español se revise el caso de su hijo. La carta fue recibida en la Dirección General de Atención Ciudadana de la Presidencia y en la Oficialía de Partes de la Secretaría de Gobernación, donde entregó una copia; y la respuesta fue que habían turnado su caso a la Secretaría de Relaciones Exteriores; sin embargo apenas hasta los primeros días de marzo de 2016 habrá un encuentro de Gonzalo con un representante del Consulado Mexicano, lo cual, ha decir de su familiar, no había ocurrido. Si acaso, dice, le habían ofrecido un defensor de oficio.
La señora Iliana señaló en entrevista que también pidió la ayuda del gobierno queretano actual por redes sociales, y fue turnada a la oficina de Atención Ciudadana, donde la burocracia de los conmutadores y grabaciones telefónicas la han dejado sin una respuesta clara; pero, precisó que hasta ahora sigue sin ser recibida por algún funcionario de primer nivel.
Su lucha se ha enfocado principalmente en las redes sociales y medios de comunicación. Y aunque la sentencia está dada, se mantiene una petición en change.org que ha recabado más de 30 mil 500 firmas; para que pueda ser liberado.
Hace unas semanas, el juicio de amparo que había solicitado fue desestimado, lo que le deja como única oportunidad para su liberación el recurrir al Convenio Europeo de Derechos Humanos; ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, ubicado en Estrasburgo, Francia.
Cabe recordar que de acuerdo con el artículo 5 del Convenio Europeo por los Derechos Humanos, toda persona tendrá derecho a a ser puesta en libertad durante el procedimiento y la puesta en libertad puede ser condicionada a una garantía que asegure la comparecencia del interesado a juicio.
En tanto, el artículo 6 del Convenio señala que todo acusado tiene derecho a interrogar o hacer interrogar a los testigos que declaren en su contra y a obtener la citación e interrogatorio de los testigos que declaren en su favor en las mismas condiciones que los testigos que lo hagan en su contra; lo cual a decir de Iliana Köster, madre de Gonzalo, no ocurrió.