Lo informe. Juan Villoro
Después de dos horas de ejercer la demagogia, Enrique Peña Nieto criticó la demagogia. No fue un gesto de autocrítica porque el Presidente aún no […]
Después de dos horas de ejercer la demagogia, Enrique Peña Nieto criticó la demagogia. No fue un gesto de autocrítica porque el Presidente aún no muestra esa facultad. Si en plena intoxicación retórica, López Portillo se refirió a los “zaratustras” y los “enanos del tapanco” que minaban su gestión, Peña Nieto relegó a sus críticos al neblinoso rubro de “populistas” y los describió como conspiradores llenos de odio que buscan destruir al país.