Astillero. Y la nave, ¿va?. Julio Hernández López
Deseoso de presumir el presunto avance arrasador de la reforma de control administrativo del magisterio nacional (denominada, para fines mercadológicos, “reforma educativa”), Enrique Peña Nieto […]
Deseoso de presumir el presunto avance arrasador de la reforma de control administrativo del magisterio nacional (denominada, para fines mercadológicos, “reforma educativa”), Enrique Peña Nieto estuvo ayer en Coyuca de Benítez, Guerrero, para dar inicio al ciclo escolar 2015-2016. Con sentido cinematográfico (como el título naval de la sátira fílmica dirigida por Federico Fellini en 1983), su frase de campaña propagandística fue “La reforma educativa va”, y bajo ese paraguas discursivo desgranó las presuntas bondades y los éxitos logrados y por lograr con el embate transformador que a su decir es el de mayor alcance y profundidad de los lanzados en el primer trienio peñista que está por (¡uf!) cumplirse.