Tolerancia inexplicable. DE POLíTICA Y COSAS PEORES / Catón
Los invitados a la fiesta -y más las invitadas- se asombraron cuando don Chinguetas declaró: “Soy un hombre de tres veces cada noche”. Ya no […]
Los invitados a la fiesta -y más las invitadas- se asombraron cuando don Chinguetas declaró: “Soy un hombre de tres veces cada noche”. Ya no se sorprendieron tanto, sin embargo, cuando doña Macalota, su mujer, manifestó: “Es cierto. Le digo que no tome tanto té antes de irse a acostar”… El paciente del doctor Duerf, psiquiatra de prestigio, le dijo con angustia: “Doctor: me he vuelto un zombie. He perdido por completo la facultad de comunicarme con los demás. Ando siempre silencioso, la cabeza baja, la vista fija en un mismo punto.