Movilidad al desnudo
UberX ha desatado polémica. Y es que el actual sistema de transporte en Querétaro suele ser deficiente, sin excluir a los taxis. Cuando pensamos en taxis, de inmediato se vienen a la mente un listado de situaciones que los usuarios o clientes padecen cada que utilizan el servicio, tales como tarifas irregulares, dificultad para conseguir una unidad o ausencia de insumos tecnológicos.
El inicio de operaciones de la empresa internacional de servicio de transporte UberX, en Querétaro, vino a “desnudar” una serie de deficiencias que a todas luces se presentan en la zona metropolitana, cuando de movilidad se habla.
En los últimos tres años se han acentuado las críticas y señalamientos contra el sistema de transporte colectivo Red Q; sin embargo, no es la única modalidad que urge de una modernización o reestructuración.
Cuando hablamos del sistema de transporte tipo taxi, de inmediato se vienen a la mente un listado de situaciones que los usuarios o clientes padecen cada que utilizan el servicio, tales como tarifas irregulares, dificultad para conseguir una unidad o ausencia de insumos tecnológicos.
Diversos sectores de la población tiene los mismos cuestionamientos en relación al actual servicio de taxi. ¿Para cuándo el taxímetro?, ¿por qué no facilitar el servicio mediante aplicaciones móviles? o ¿hasta cuándo regularán las tarifas de cobro?, son las reiteradas preguntas.
Lo cierto es que el modelo UberX ha propiciado que el actual sistema de servicio de transporte tipo taxi parezca obsoleto y anticuado en la zona metropolitana de la entidad, al grado que varias asociaciones y sindicatos comienzan a analizar estrategias para competir.
Sin embargo, la llegada de una red de transporte que proporciona el servicio a sus clientes mediante un software de aplicación móvil, que conecta a los pasajeros con los conductores de vehículos registrados en su servicio, también ha evidenciado las carencias de movilidad.
Y es que cuando la tarifa se tiene que negociar con el taxista para evitar abusos o existe la necesidad de tomar dos camiones o más para llegar al destino deseado, irremediablemente se piensa en la bicicleta o en caminar más para gastar menos. Pero, ¿son posibles esas alternativas?
La respuesta parece ser “no”, pues la inconclusa red estatal de ciclovías y la falta de conectividad entre las mismas, provocan que la opción de la bicicleta quede descartada de inmediato, pues son escasas las ciclopistas que tienen origen-destino y aún más escasas aquellas que ofrecen garantías de seguridad para el ciclista.
Ni las arterías más importantes, ni el primer cuadro de la ciudad, cuentan con al menos una ciclovía con origen-destino y, basta con mirar las vialidades de Bernardo Quintana, 5 de Febrero, Universidad, Zaragoza, Constituyentes, Tecnológico, Libramiento Sur, Fray Junípero Serra. Ninguna ofrece esa alternativa.
¿Caminar?… Esta pregunta tendría que ser respondida con otra pregunta: ¿por dónde? El problema histórico de movilidad en el centro histórico continúa vigente, pues parece que solo fue diseñado para unos cuantos, ya que las personas en silla de ruedas, muletas o con algún tipo de discapacidad motriz, difícilmente pueden hacerlo, pues las calles son muy angostas.
Caminos sin continuidad o tan angostos que ponen en riesgo al peatón, son el común denominador en varios tramos de la zona metropolitana, tales como Paseo Fundadores, Fray Junípero Serra o Bernardo Quintana. De los puentes peatonales ni hablar.
La vulnerable y deprimente falta de planeación en el tema de movilidad para la zona metropolitana de Querétaro, actualmente está en boca de todos; y eso es producto de la llegada de UberX, siendo que cuando hay tanta resistencia de las autoridades para que se instale un nuevo sistema de servicio tipo taxi, uno se ve obligado a la autocrítica y al análisis de las alternativas que como usuarios tenemos para movernos.
Es entonces cuando uno se pregunta si la llegada de UberX es realmente una amenaza para el actual servicio de taxi o es una amenaza para el ineficiente sistema de movilidad que existe en Querétaro, mismo que ha quedado al “desnudo”.