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El 55% de los gamers en México tienen entre 18 y 34 años: videojuegos potencian habilidades cognitivas

Por Staff Códice Informativo - 22/04/2025

Experto del Tec de Monterrey destaca que ciertos videojuegos pueden mejorar habilidades cognitivas, entre ellas: la atención, la memoria y toma de decisiones

 El 55% de los gamers en México tienen entre 18 y 34 años: videojuegos potencian habilidades cognitivas

Aunque comúnmente se asocian con el entretenimiento y la convivencia entre amigos, los videojuegos también pueden ser herramientas poderosas para el desarrollo de habilidades personales y profesionales. Desde una perspectiva neurofisiológica, un estudio de la Universidad de Szeged, en Hungría, señala que el hipocampo derecho puede aumentar su volumen tras dos meses de exposición a ciertos videojuegos, lo cual impacta positivamente en el aprendizaje y la memoria.

En este contexto, el Dr. Ricardo Carraza Camacho, especialista en psiquiatría y neurociencias cognitivas del Tecnológico de Monterrey, destaca que géneros como los juegos de acción, aventura y estrategia pueden fortalecer habilidades como la coordinación visomotora, la atención selectiva y la toma de decisiones. Estas competencias resultan particularmente valiosas para jóvenes en niveles de educación media y superior ya que fomentan capacidades como el liderazgo, la socialización y la resolución de conflictos.

De acuerdo con el Reporte Especial Estado del Gaming en México del Instituto Federal de Telecomunicaciones (2024), los grupos de edad que más juegan videojuegos son los de 25 a 34 años (29.9%) y los de 18 a 24 años (25.4%), lo que representa un 55.3% del total. Esta tendencia abre una nueva oportunidad para incorporar videojuegos y estrategias de gamificación en entornos educativos y laborales, aprovechando su potencial para generar experiencias de aprendizaje dinámicas y efectivas.

Además de sus beneficios cognitivos, los videojuegos también promueven habilidades blandas (soft skills), como la comunicación, el trabajo en equipo y el liderazgo, especialmente en títulos multijugador en línea que requieren cooperación para lograr objetivos comunes. Más allá del entretenimiento, los videojuegos han encontrado aplicaciones en áreas como la medicina, la ingeniería y la robótica.

“El entrenamiento en cirugía asistida por robots o las simulaciones quirúrgicas son un excelente ejemplo de cómo los videojuegos pueden mejorar la destreza motora y la memoria procedimental”, explicó el Dr. Carraza.

La integración de tecnologías como la realidad virtual y aumentada permite crear entornos inmersivos que potencian el aprendizaje. En el ámbito universitario, el experto sugiere utilizar videojuegos con objetivos pedagógicos claros, como el desarrollo de habilidades cognitivas o la colaboración en proyectos interdisciplinarios de programación y diseño de videojuegos.

El Tecnológico de Monterrey, por ejemplo, ha desarrollado plataformas basadas en realidad virtual para explicar conceptos teóricos de manera más efectiva, mejorando la atención y concentración de los estudiantes. Estas iniciativas se complementan con el uso de la inteligencia artificial generativa y herramientas de learning analytics como parte de una estrategia educativa integral.

Por otro lado, el crecimiento de los Esports ha dado lugar a torneos universitarios con beneficios comparables a los del deporte tradicional. No obstante, el Dr. Carraza subraya la importancia de equilibrar el tiempo frente a la pantalla con actividad física, para evitar el sedentarismo y los efectos adversos de la exposición prolongada a las pantallas, como la búsqueda constante de recompensas inmediatas.

Balance y uso responsable: una mirada ética

“El equilibrio es clave. Los videojuegos no son ni el enemigo ni la panacea”, enfatiza el Dr. Carraza. Si bien pueden potenciar múltiples habilidades, no deben considerarse como la única vía para el desarrollo cognitivo.

Como ejemplo, mencionó a los adultos mayores que utilizan juegos como el Sudoku para mejorar la velocidad del procesamiento cerebral, aunque sin impacto comprobado en áreas como el lenguaje o la memoria. También advierte sobre el consumo excesivo de contenido violento, que puede llevar a la desensibilización. De hecho, cifras del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes revelan que algunos videojuegos de disparos pueden mostrar hasta 500 escenas violentas en solo 30 minutos.

En conclusión, los videojuegos pueden ser aliados poderosos para fortalecer habilidades cognitivas y sociales, siempre que su uso sea equilibrado y con un propósito claro


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