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El auge del bótox y los fillers: tratamientos seguros

Por Miriam Vega - 19/11/2024

Luis Arturo Fernández Moreno, cirujano plástico estético y reconstructivo, fundador de Alta Plástica, nos da toda la información que necesitamos antes de decidirnos por un tratamiento estético

 El auge del bótox y los fillers: tratamientos seguros

La medicina estética ha cobrado cada vez más relevancia. A medida que la filosofía del autocuidado se ha ido afianzando, las personas están más dispuestas a invertir en el cuidado de su piel y apariencia en general.

El bótox y los rellenos se han convertido en los tratamientos más solicitados; sin embargo, este auge ha sido aprovechado por personas que ven en estos procedimientos una forma “fácil” de ganar dinero.

Por eso, en Códice Informativo te recomendamos cuidar de tu salud y acudir con profesionales altamente especializados. En entrevista con el doctor Luis Arturo Fernández Moreno, cirujano plástico y reconstructivo, abordamos las diferencias entre procedimientos y todo lo que debes saber antes de recurrir a alguno de ellos.

Bótox vs. Fillers

El bótox es una toxina que se aplica principalmente donde se marcan las líneas de expresión del rostro. Sus efectos se centran en disminuir la fuerza del músculo para evitar que se arrugue y maltrate la piel.

El bótox tiene una duración aproximada de cuatro a seis meses, dependiendo de la dosis utilizada, y es un tratamiento que se enfoca mucho más en lo preventivo. Es por esta razón que el especialista recomienda este tratamiento a edades tempranas, cuando se empiezan a notar las primeras líneas de expresión.

Los rellenos o fillers tienen la capacidad de disminuir surcos y arrugas en la piel, así como de contrarrestar la flacidez del rostro.

Fernández Moreno, fundador de la clínica especializada Alta Plástica, explicó que los rellenos tienen tres funciones principales: disminuir arrugas, eliminar pliegues que se van formando con el descenso de la piel para crear un efecto lifting, y recuperar volumen en áreas donde se ha perdido. Además, con ellos es posible modificar o suplantar partes del rostro a modo de implante.

Los rellenos faciales pueden tener una duración de entre seis meses y dos años y medio. El doctor señala que la duración de estos tratamientos depende de la marca y del tipo de filler que se utilice, pero en su experiencia, los mejores resultados se logran con ácido hialurónico de marcas avaladas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la Administración de Alimentos y Medicamentos del gobierno de Estados Unidos (FDA).

A diferencia del bótox, estos rellenos no se aplican sobre el músculo. Pueden ir directamente en la piel, por debajo o incluso más profundo, cerca de la estructura ósea. Estos fillers tienen un enfoque más resolutivo que preventivo, por lo que, a cualquier edad, sin importar lo avanzados que estén los signos de envejecimiento, pueden mejorar la apariencia de las personas.

Para ambos tratamientos, “no es cuestión de edad, es más bien cuestión de cada persona, de su tipo de piel y de cuando noten que ya se empiezan a marcar, atenderlo antes de que la arruga esté bien marcada”, subrayó el médico especializado.

Riesgos

En realidad, ninguno de estos dos tratamientos presenta riesgos significativos; son procedimientos bastante seguros siempre y cuando se realicen con personal capacitado y certificado.

“En el bótox prácticamente casi no hay riesgos, porque no se reportan alergias ni reacciones importantes (…) El único riesgo que es realmente potencial es que, al aplicar la dosis aquí, arriba de las cejas, puede llegar a emigrar y alterar el músculo del párpado, haciendo que este se caiga dos milímetros. Pero se recupera; todo eso es reversible al pasar el efecto del bótox”, detalló el Dr. Fernández Moreno.

Un caso similar ocurre con los fillers, los cuales, además, tienen la ventaja de que pueden revertirse sus efectos casi inmediatamente en caso de tratarse de ácido hialurónico. Sin embargo, existen fillers con otros ingredientes, además de ácido hialurónico, que sí pueden tener riesgos significativos y que en Alta Plástica no se utilizan.

Las reacciones adversas para este tratamiento son de “uno en doscientos mil; es muy bajo, parecido a cualquier medicamento que compres en la farmacia”, afirmó el especialista, quien agregó que estas reacciones son principalmente inflamatorias en la región donde se aplicó el relleno.

“Y tiene remedio porque existe una cosa que se llama hialuronidasa, una enzima que puede degradar el ácido hialurónico. Entonces tú lo puedes inyectar y deshacer el ácido hialurónico”.

Finalmente, los pacientes que se deciden por alguno de estos tratamientos no necesitan un seguimiento como tal. Sin embargo, el doctor Luis Arturo reconoció que en su clínica cita a sus pacientes 15 días después de la aplicación para evaluar la respuesta y asegurarse de que todo marche bien. Si todo está en orden, la siguiente cita es hasta que se cumpla el promedio de duración del procedimiento estético.

Miriam Vega Sánchez

Periodista, egresada de la Universidad Autónoma de Querétaro. La escritura es la herramienta que yo he elegido para contribuir a la construcción de una sociedad más crítica y sensible ante las problemáticas enfrentamos como humanidad. He desempeñado esta profesión desde el 2018 y estoy ávida de incorporar nuevas formas y narrativas a mi trabajo periodístico.


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