Abstencionismo y voto desinformado: reflejo de una sociedad políticamente desencantada

La participación ciudadana es medular para el éxito de una democracia, sin embargo a medida que los gobiernos fallan a sus ciudadanos con mayores niveles de pobreza e inseguridad, el entusiasmo por formar parte de la vida política del país decae.

Héctor Gutiérrez Sánchez, jefe de Investigación y Posgrado en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), elaboró una investigación en donde analiza cómo el abstencionismo resulta un síntoma del desencanto que la población tiene con respecto a la esfera política de nuestro país.

El académico explicó que durante un proceso electoral una votación nutrida puede ser reflejo de una democracia consolidada. Si bien las elecciones no son sinónimo de democracia, pues también se celebran bajo la lupa de gobiernos totalitarios y agresivos, si son esenciales. En ese sentido explicó que una baja participación ciudadana puede desalentar a quienes luchan por la consolidación de la democracia o incluso revertir la democratización de una nación.

En México es evidente que existe un terrible desencanto del sistema político, en 2020 el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló que sólo el 13. 8% de la población considera que puede confiar en servidores públicos o empleados del gobierno. Asimismo, el 76.4% de los mexicanos declaró expresamente que no confía en los partidos políticos.

Esta situación crea una reacción en cadena, las y los ciudadanos no ven para donde hacerse y prefieren evitar ejercer el voto o lo ejercerlo sin ninguna investigación previa, lo que tampoco abona. Participar solo por participar, sin hacer un análisis de a quienes se les beneficia con el voto, igualmente peligroso para la democracia de un país.

Es completamente válido que un ciudadano considere incompetentes a los y las candidatas o, incluso, esté en total desacuerdo con quienes gobiernan, sin embargo dejar de votar o hacerlo desinformado no mejorará la situación del país y los mexicanos lo saben.

La Encuesta Nacional de Cultura Cívica (ENCUCI) 2020 demostró que a nivel nacional, 88.7% de la población de 15 años y más está de acuerdo en que para gobernar un país se necesita la participación de todos y todas.

De igual manera el 91.5% de la población de 18 años y más cuenta con credencial de elector vigente, sin embargo la participación ciudadana en 2018, uno de los años con mayor cantidad de votantes en la historia del país, apenas el 63.42 % de la población ejerció su sufragio.

Los distintos poderes que se eligen por voto popular deben de cumplir con los requerimientos de la población, tener conciencia del valor del sufragio es el primer paso para detonar que las y los aspirantes a cargos públicos se esfuercen por obtenerlo.