AMLO confirma identidad de “El Chueco”, asesino de jesuitas

El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, confirmó que el presunto asesino de dos jesuitas y un guía turístico en Sinaloa, José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”, fue identificado por su hermana y con pruebas de ADN, esto después de ser hallado ejecutado en la Sierra de Choix.

“Se confirmó que sí es José Noriel Portillo Gil la persona que encontraron muerta en Choix, Sinaloa. Ya se confirma por los estudios. Me acaban de confirmar la información. Parece que fue una ejecución”, señaló desde su conferencia matutina.

El sicario era buscado por las autoridades federales después del asesinato de dos sacerdotes jesuitas, Javier Campos Morales y Joaquín César Mora, además del guía turístico que les acompañaba, Pedro Palma, y el joven beisbolista Paul Osvaldo Berrelleza, así como del estadounidense Patrick Braxton Andrew en 2019.

También se le vincula con la desaparición de Javier Muñoz Pérez, Juan Antonio Martínez Parra y Rubén Flores Cisneros, vendedores de cobijas originarios de Zacatecas.

Para la Compañía de Jesús y la Iglesia Católica, sin embargo, el asesinato del sicario no significa que haya triunfado la justicia y aseguraron que este no es el desenlace que esperaban, de igual manera pidieron que se redoblen los esfuerzos para mantener la seguridad en la Sierra Tarahumara, pidiendo que se cumplan las medidas cautelares de la Comisión Nacional de Derechos Humanos para garantizar la seguridad en la zona.

“Su aparición sin vida de ninguna manera puede considerarse como un triunfo de la justicia ni como una solución al problema estructural de violencia en la Sierra Tarahumara. Este desenlace, de confirmarse, no es el que esperábamos ni es por el que trabajamos. Por ello, redoblamos nuestro llamado a que se cumplan a cabalidad las medidas cautelares ordenadas por la CNDH para construir condiciones de seguridad de la región”, publicaron en un comunicado en sus redes sociales.

El criminal, presunto líder en la zona de Gente Nueva, considerado brazo armado del Cártel de Sinaloa, era buscado desde octubre de 2022 cuando un equipo financiado por él perdió un partido de béisbol, por lo que secuestró a dos de los jugadores Paul Osvaldo y Jesús Armando Berrelleza Rábago -quien sobrevivió- y, después, ordenó secuestrar al guía turístico Pedro Palma.

El hombre, herido, logró llegar a la Iglesia de Cerocahui, donde pidió refugio a los sacerdotes, sin embargo, “El Chueco” los persiguió y acribilló a los tres hombres dentro del templo; cuatro muertos en un día. Aunque el gobierno federal intervino y se ofrecieron cinco millones de pesos por su captura, finalmente el sicario fue hallado ejecutado en un camino de terracería.