“Paseo del buey”, tradición que se niega a morir en El Pueblito
Tras suspenderse por la pandemia de COVID-19 el año pasado, el tradicional “Paseo del buey” volvió a tener lugar en la cabecera municipal de Villa Corregidora. El animal será sacrificado mañana para ser repartido en caldo entre los pobladores
Aquí nadie ha dormido. Las personas que organizan corporaciones y asunciones para la fiesta cumplen una semana de desvelos para iniciar la tradición más profunda que vive El Pueblito. Los cuetes lanzados desde ayer y toda la noche, son un recordatorio permanente de que en el Pueblito hay fiesta.
Hace dos años, la fiesta en honor a la Virgen Santa María del Pueblito se convirtió en patrimonio cultural inmaterial del Estado de Querétaro, una razón más de orgullo para los feligreses que, ya congregados en las casa de la Mayodormía Vieja, preparan la ofrenda adornándola con jarros, flores, adornos y collares, para engalanar una procesión que el pueblo acompaña en un recorrido por las calles.
Hace un año, la pandemia obligó a la suspensión de los festejos, y hoy, aunque modificada para tratar de mantener la sana distancia, recorre las calles aledañas al Santuario para llegar finalmente adonde será bendecido.
El Buey, una de las 4 reses, se muestra frente a la congregación del Santuario, adornado de todos los elementos necesarios para mañana hacerle un caldo que se compartirá con todos, para que la gente vea que es un animal sano y bien habido.
En condiciones normales, el tradicional recorrido del Buey se haría a pie, pero la pandemia ha obligado a que esta vez se haga en un corral jalado por un tractor. Eso no impide que la gente se acerque y se tome fotos con él, que se cuelgue del coche para verle.
El festejo es en honor a la Virgen, pero también conmemora el traslado de la figura, tallada por fray Sebastián Gallegos en 1631, pero que pasó de la Segunda Ermita en el antiguo panteón al actual Santuario, cuya construcción terminó hace 286 años.
Mañana el caldo hecho de estas reses se repartirá al rededor del Santuario, que ya está lleno de colorido, papel picado con la figura de la Virgen, azul y blanco, y las calles se llenan de puestos de comida, artesanías y flores.
Aunque este año hubo muchas menos personas, las calles regresan a la vida después de la pausa en las tradiciones, y la gente recupera el entusiasmo de festejar con fe y devoción a la santa patrona del Pueblito.
Acompañado del Padre Rector, Fray Francisco Salinas, y del presidente municipal de Corregidora, Roberto Sosa, el Padre Fray Francisco Salinas, rector del templo bendijo la res, que después siguió su camino acompañada de música de banda en una camioneta.
Estos festejos son sufragados en su totalidad por las Corporaciones y Mayordomías, que se encargan de realizar bailes, ofrendas y eventos que se organizan de aquí hasta el 27 de febrero.