Flores en mano, papel picado y cubrebocas, así desfilan las familias queretanas por el Panteón del Cimatario

Flores en mano, papel picado y cubreboca, así desfilan las familias queretanas por el Panteón Municipal del Cimatario, uno de los más grandes y concurridos.

A pesar de las restricciones ligadas a los protocolos de seguridad, la memoria de nuestras tradiciones y la necesidad de recordar a quienes ya no están, se mantienen.

Los grupos reducidos, que de haber podido habrían llevado a toda la familia, caminan en dirección a los controles de seguridad. Uno a uno ingresan en el recinto donde descansan los restos de sus seres amados.

“Nos habría gustado que vinieran todos, pero al menos este año si pudimos venir” explicó Sonia Sánchez, quien acudió en compañía de sus hermanos a visitar la tumba de su padre.

Elementos de protección civil, paramédicos y personal de Servicios Públicos Municipales resguardan el lugar y controlan el acceso, para evitar que se incumplan con las normas establecidas.

Aforo del 50 por ciento, cuatro personas por tumba. Sin permiso para ingresas bebidas alcohólicas ni comida, este 1 de noviembre, nuestros muertos deberán ir a la casa de quien los aman por sus ofrendas.

Pero no son olvidados, ni abandonados; acatando las medidas la gente instala flores y platica con quien se fue de este mundo pero no de sus corazones.

La fiesta entre vivos y muertos continua, a pesar de lo mucho que ha cambiado las cosas en tan poco tiempo. Hoy y mañana los cementerios del municipio permitirán el acceso para conmemorar el Día de Todos los Santos y Día de Muertos, en un horario de 8:00 a 18:00.