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A diez años de los hechos, feminicidio de Marisela Escobedo sigue siendo un símbolo de impunidad

Por Staff Códice Informativo - 16/12/2020

La madre de familia fue asesinada en 2010 por protestar contra la impunidad en el feminicidio de su hija. A la fecha, ninguno de los dos crímenes ha recibido justicia

 A diez años de los hechos, feminicidio de Marisela Escobedo sigue siendo un símbolo de impunidad

Foto: Especial

El 16 de diciembre de 2010 tuvo lugar una de las tragedias más representativas de la violencia de género en nuestro país. Mientras protestaba contra la impunidad en el feminicidio de su hija, la activista Marisela Escobedo, quien por entonces tenía 52 años de edad, murió al recibir un balazo en la cabeza en la ciudad de Chihuahua, Chihuahua.

Tras el asesinato de Escobedo, que se mediatizó debido al impacto que sus protestas habían ocasionado a nivel nacional, las autoridades de Chihuahua detuvieron y encarcelaron por el homicidio a José Enrique Jiménez, mejor conocido como “El Wicked”. No obstante, según el hijo de Marisela Escobedo, quien estaba presente en el momento del asesinato, Jiménez no fue quien disparó contra su madre.

Como si la historia no fuera lo suficientemente turbia, “El Wicked” apareció muerto en su celda el 30 de diciembre de 2014. Inicialmente, las autoridades identificaron la causa de la muerte como “infarto”. Sin embargo, una investigación más detallada reveló que en realidad fue asesinado por otro preso, sin que el motivo quede claro al día de hoy.

La historia de Marisela Escobedo comenzó en 2008, cuando su hija Rubí, que por entonces tenía solo 16 años de edad, fue asesinada en Ciudad Juárez por su entonces pareja, un criminal ocasional llamado Sergio Rafael Barraza Bocanegra. Aunque Escobedo tenía la seguridad de que Bocanegra era el feminicida, las autoridades soslayaron esta pista, lo que la obligó a montar una investigación por su cuenta.

Gracias a esta investigación, la familia Escobedo localizó a Barraza en la localidad de Fresnillo, Zacatecas, donde éste fue detenido por policías estatales y entregado a las autoridades de Chihuahua. Una vez ahí, no solo confesó el crimen, sino que además indicó dónde estaba el cuerpo de Rubí.

A pesar de estos datos, que evidentemente solo podría haber conocido el asesino, un juez de Chihuahua determinó la liberación de Barraza, dando inicio al calvario de Marisela Escobedo.

Como forma de protesta, la madre agraviada comenzó a acampar frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua, donde exigió a las autoridades que le dieran resolución al caso de su hija y terminaran con la impunidad en la que vivía Barraza Bocanegra, quien por entonces se había unido a “Los Zetas” y comenzaba a acumular poder en el noreste del país.

Las autoridades en el estado norteño hicieron caso omiso de las protestas de Escobedo quien, finalmente, murió asesinada en 2010, con la dudosa detención de “El Wicked” como única consecuencia.

De acuerdo con los hijos de Marisela, el homicidio de su madre no solo tiene que ver con la presión a la que sometió al gobierno de Chihuahua, sino que Barraza está directamente involucrado, al grado de que, según el hijo de Marisela, fue Andy Barraza, su hermano, quien accionó el gatillo que terminaría con la vida de su madre.

Aunque Andy Barraza ha negado estar involucrado en esos hechos, la extraña muerte de “El Wicked” en prisión deja mucho en qué pensar sobre la responsabilidad en el homicidio de Marisela Escobedo.

Dos años después de la muerte de Marisela Escobedo, en noviembre de 2012, autoridades de Zacatecas confirmaron que Rafael Barraza murió durante un enfrentamiento con el ejército mexicano en el municipio de Tabasco, Zacatecas, por lo que nunca pisó la cárcel.

Tres jueces involucrados en la absolución de Barraza fueron suspendidos de sus funciones, sin embargo, posteriormente se les rehabilitó, al grado de que, hoy en día, dos de ellos detentan cargos públicos en Chihuahua, en lo que se considera uno de los mayores casos de impunidad, injusticia y violencia sistemática contra las mujeres en nuestro país.


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