Busca UAQ fortalecer su capacidad para conservar y difundir archivos históricos
La Dirección General de Bibliotecas continúa los trabajos para consolidar el Archivo Histórico Universitario, garantizando la conservación de los documentos antiguos que se resguardan en la Biblioteca Central
La Dirección General de Bibliotecas (DGB) de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) completó los requisitos para participar de la Convocatoria Iberarchivos 2020, la cual otorga recursos para desarrollar proyectos para la conservación y difusión de acervos documentales en toda América Latina. De resultar seleccionados para recibir los apoyos de la Convocatoria de Iberarchivos, se aprovecharán para trabajos de restauración de los documentos dañados, digitalización de los documentos más antiguos y reorganización de todo el acervo de acuerdo a normas internacionales.
La DGB continúa los trabajos para consolidar el Archivo Histórico Universitario, garantizando la conservación de los documentos antiguos que se resguardan en la Biblioteca Central. Siguiendo los lineamientos de la Secretaría de Extensión Universitaria, se está actualizando la infraestructura que permite cumplir los estándares de conservación para documentos históricos, estos invaluables materiales permiten conocer la historia de Querétaro y de la Máxima Casa de Estudios de la entidad.
En la Biblioteca Central se encuentran resguardados documentos antiguos del Colegio Civil de finales del siglo XIX y de la primera mitad del siglo XX. El Colegio Civil del Estado de Querétaro es el antecedente histórico directo de la Universidad, estuvo en operación desde 1867 y hasta 1950. Esta institución surgió a su vez de una institución colonial más antigua: los Colegios San Ignacio y San Francisco Xavier.
Estos, funcionaron desde 1625, estaban ubicados en el edificio que actualmente alberga la Facultad de Filosofía y la Dirección de la Escuela de Bachilleres, estuvieron a cargo de la Orden de los Jesuitas hasta su expulsión en 1767 y continuaron operando como Colegios bajo patrocinio directo del Rey de España. Sobrevivieron el proceso de Independencia de nuestro país dejando de ser Colegios de real patrocinio y pasaron a observar lo establecido por el gobierno mexicano.
Finalmente, se transformaron como consecuencia del proceso de 1867 de las Leyes de Reforma en una institución laica; el Colegio Civil, continuó operando en el mismo edificio del Centro Histórico de esta ciudad. Pasó por procesos de decadencia y cierres temporales al mismo tiempo que el país pasaba por momentos complicados. Sin embargo, fue en general la institución educativa más importante de Querétaro. En 1950 comenzó el proceso para cerrar el Colegio Civil y pasó a convertirse en la Universidad Autónoma de Querétaro, comenzando la época moderna de nuestra Universidad.
Los registros antiguos que actualmente se resguardan en la Biblioteca Central permiten conocer los procesos educativos que se realizaban en el Colegio Civil, tienen, por ejemplo, 82 expedientes del siglo XIX, que contienen registros como calificaciones, inscripciones y actas del consejo de maestros que organizaba el funcionamiento del Colegio. De estos mismos registros podemos conocer qué obras se utilizaban como libros de texto para impartir las materias del Colegio; se utilizaban libros de reconocidos autores españoles, como Juan Cortázar con su libro de Trigonometría, también Joaquín María Fernández y Cardín con su libro Elementos de Matemáticas y Raimundo de Miguel con su libro Gramática hispano-latina.
Aunque también trabajaban con libros de autores mexicanos como Máximo Silva y su libro de Sencillos preceptos de higiene al alcance de todos y José María del Castillo Velasco con su libro sobre Derecho Constitucional, también aparecen vínculos con otros países como el Atlas Universal de Bouret que fue editado en París. Están registradas incluso, las discusiones que tenían los maestros para decidir cuál libro sería el oficial para cada materia y cuándo era ya momento de actualizarlos.