Urge alerta de género en CDMX y sanción a quien interfiera en justicia para mujeres: mamá de Lesvy
Araceli Osorio Martínez, en entrevista con Códice Informativo, detalló las diferentes experiencias que ha enfrentado en este largo proceso para poder obtener justicia para su hija

Foto: Cuartoscuro
Después de dos años y medio de que Lesvy Berlín fue encontrada colgada del cordón de una caseta telefónica ubicada en Ciudad Universitaria de la Universidad Autónoma de México (UNAM), este viernes 12 de octubre los jueces del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México declararon culpable de feminicidio agravado a Jorge Luis González Hernández, su exnovio.
Aunque el Poder Judicial determinará este 16 de octubre los años que Jorge Luis pasará en prisión y las medidas reparatorias que otorgará a la familia de la joven, de acuerdo con Sin Embargo, Araceli Osorio Martínez, madre de Lesvy, agradeció a los jueces el fallo condenatorio. “Ha sido ejemplo de justicia para Lesvy y todas las mujeres que nos han sido arrebatadas”.
En entrevista con Códice Informativo, Araceli expuso que el caso de su hija se encuentra en un contexto en el que vemos que se arrecia más la violencia hacia las mujeres en la Ciudad de México, pero sobre todo va en aumento su grado de brutalidad y las formas en que asesinan o lastiman a las mujeres: cada vez con más saña y cada vez más frecuentes.
“En medio de todo ese huracán se encuentra el juicio Lesvy, en un muy cercano Estado de México, donde ha sido decretada la alerta de género y está en puerta otra. Nos dicen que la alerta de género no funciona, y el asunto es que no es que no funcionen, es que ni siquiera las han puesto en marcha. Ha habido una serie de simulaciones”, reclamó.
La madre de Lesvy exigió que sea declarada la Alerta de Género en la CDMX, pero las madres de las víctimas no solo exigen una alerta que sirva, sino que también sean sancionados los servidores y servidoras públicas que, por acción, pero también por omisión, han retardado los efectos positivos de este mecanismo de alerta.
“Allí hablamos nuevamente de la violencia institucional que sufrimos (…) No solo basta con la buena voluntad de las funcionarias y funcionarios. Hablamos de corrupción e impunidad, pero no estamos sancionando a servidores y servidoras públicas que han tenido malas prácticas y han interferido en nuestro acceso a la verdad y a la justicia y a nuestro debido proceso, como lo marca la sentencia de Mariana Lima Buendía o campo algodonero”, expresó.
Desde el 13 de septiembre, el Juzgado Tercero de Distrito en materia Administrativa en la Ciudad de México otorgó a las peticionarias de la Alerta un amparo que ordena a Gobernación declarar la medida en la capital por la violencia extrema que viven las mujeres y niñas.
El 16 de septiembre, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, declaró que no se aceptaría la alerta y a principios de este mes, tras esto, la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim) interpuso un recurso de revisión para el amparo otorgado por el juez, por lo que el tiempo para decretarla se extendió.
Madres de víctimas detectan las fallas
Araceli relató que cuando el grupo multidisciplinario de trabajo realizaba el análisis y radiografía de la violencia de la CDMX, 13 familiares de víctimas fueron llamados para que contaran su experiencia.
Las madres lograron determinar que no era necesario platicar nuevamente su historia, sino identificar en cada caso qué fue lo que falló; encontraron que en todos hubo violaciones graves a los derechos humanos y al debido proceso: se rompieron cadenas de custodia, se perdieron indicios, hubo revictimización, no se utilizó la perspectiva de género, no se siguió el mandato de actuar con la debida diligencia aun con la sentencia de Mariana Lima Buendía.
“Empezamos a hablar (entre las familias) y a decir cuáles eran nuestras constantes en nuestro proceso. Decidimos ya no hablar de cómo había sido, porque eso ya lo sabíamos, ya sabíamos que en todas hay un contexto y un continuo de violencia. Más bien hablamos concretamente qué pasó el día que nosotras nos enteramos, el día que ya no llegan nuestras hijas, el día que nos agreden sexualmente, el día que nos dicen que han encontrado el cuerpo de nuestros familiares sin vida”, narró.
Las madres encontraron una serie de rasgos similares en todos los procesos (desaparición, desaparición con fines de trata, feminicidio, violación) en el modo de operar de las instituciones, empezando por el primer respondiente, el Ministerio Público, cuando se hace la denuncia…
“No solo hablando del caso de Lesvy (…) también hay otros casos, otros procesos donde los casos habían sido cerrados. Concretamente dos de ellos que están en la mesa de víctimas de la alerta también tienen que ver con feminicidios y también fueron clasificados en un primer momento como suicidio. Tocó poderlos rescatar, volver a atraerlos y reabrirlos para investigar con perspectiva de género de manera adecuada, en un marco de derechos humanos, tener en cuenta que hubo esta violencia institucional que permitió que el responsable quedara libre en su momento”, señaló Araceli.
Violencia también es hacia mujeres trans
Para Araceli es preocupante que el número de muertes de mujeres diarias incrementó a 10 en la Ciudad de México, pero también considera alarmante que la violencia no solo es hacia los cuerpos de mujeres biológicas, sino también hacia los de las mujeres trans.
“La violencia no solo es con las mujeres biológicas, pero también nos referimos a todo lo que les recuerda a lo femenino, a los cuerpos de mujeres trans (…) Estamos hablando de un asunto entre lo masculino y lo femenino, que termina por llevarnos a razones estructurales que crecen en la desigualdad y en la falta de oportunidad, pero también que pueden rendir sus frutos por la falta de sensibilidad, de atención, de comprensión que hoy tienen todas las personas que trabajan en la función pública”, reiteró.
Urgente el acceso a la justicia
La emisión de la Alerta impactará en los procesos que continúan y de otros que fueron cerrados, consideró Araceli; reclamó que es imposible que se siga hablando de suicidios, de accidentes y muertes violentas que quieren llevarse al plano de lo accidental, donde no haya responsables más que la propia víctima.
Por eso es importante el tema del acceso a la justicia en el caso del feminicidio de Lesvy, porque hay muchas Lesvy esperando justicia, porque hay tantas mujeres que han sido violentadas y torturadas sexualmente aun esperan que se haga justicia y que se reconozca el delito que se ejerció contra ellas, que se sancione y se castigue de manera adecuada, pero sobre todo que los funcionarios que actuaron de mala fe, y que han permitido, con las malas prácticas, que estos delitos se prolonguen, que el sufrimiento de las familias continúe y que no tengan un momento en que puedan atender el tema del duelo.