Robin Benway aborda la adopción en su novela “El esplendor de las raíces”
Benway habló sobre el impacto positivo que han traído las redes sociales sobre todo para tener un acercamiento con sus fans
La ganadora del Nacional Book Award de Estados Unidos por su novela ‘El esplendor de las raíces’, Robin Benway, estuvo en conversación con Ingrid Bejerman en el Cineteca Rosalío Solano, como parte del programa Hay Festival imagina el mundo 2018.
Durante la charla, Ingrid interrogó a Benway sobre ¿Por qué escribe para adultos jóvenes en vez de para adultos?, a lo que la escritora explicó que para ella, esa es una de las etapas más bellas de la vida y que es ahí cuando las personas se dan cuenta que la vida está a punto de iniciar.
Para Robin Benway a los 15 o 16 años es cuando los jóvenes comienzan a ver a sus padres como humanos, cuando se dan cuenta que ellos también tienen errores y es en esa parte de la vida en que ya no los idealizan, sino más bien los ven como amigos.
En ‘El esplendor de las raíces’, se toca el tema de la adopción en el que según sus palabras no todas las personas pudieran sentirse identificados pero igual ella quería darle voces a esas historias. En él quería explorar esa sensación de ¿por qué las chicas se deben hacer responsable y cargo de su hijo y los hombres se pueden desprender tan fácilmente?. “Si hubiera tocado el tema del aborto la historia se habría terminado, por eso puse mejor el hecho de que Grace da a su hija en adopción porque ella también fue adoptada”.
“Estoy a favor de que ellas puedan elegir me hace sentir maternal esas cosas tan graves que les hacen hacer”, repela la escritora al enterarse que Querétaro es el estado con mayor número de adolescentes que son madres solteras y que al tratarse de un estado conservador el aborto no es una opción para ellas, pues no es legal.
También durante la conversación Benway habló sobre el impacto positivo que han traído las redes sociales sobre todo para tener un acercamiento con sus fans, “es increíble ese ir y venir gracias a los medios sociales (…), cuando yo era niña no había algo así por lo que me imaginaba a mis escritores favoritos viviendo en una casa en la colina”.
