Prolongación Constituyentes, crónica de un colapso anunciado
Ómar Chávez Alegría, coordinador de la carrera de Ingeniería Civil de la UAQ, advierte que restaurar esta vialidad implicará costos elevados, pues se necesitará movilizar maquinaria, así como personal

Foto: M. Bolaños
Las predicciones de un posible colapso en Prolongación Constituyentes se hicieron realidad, finalmente, el pasado 4 de septiembre, cuando una grieta de 80 metros de longitud y de 35 centímetros en su parte más ancha apareció sobre esta vialidad.
Expertos en el tema coinciden en que la zona estaba predispuesta para que se generará una falla, pues es un espacio natural para la concentración de agua pluvial, lo que vuelve inestable el terreno; sin embargo, al parecer, ninguna autoridad lo notó.
Nadie escuchó
El daño a la obra, con apenas 4 años de existencia, evidenció una mala planificación del proyecto, lo cual ya había sido señalada por ambientalistas como Pamela Siurob, quien advirtió en su momento que, al encontrarse sobre un vaso regulador de lluvia, el agua jugaría un papel negativo con el paso del tiempo.
“Lo que nosotros dijimos desde antes, mucho antes de que empezaran la obra: ‘están realizando obras dentro de un vaso regulador de agua, invadiendo lo que es el vaso’; cuando no se realizan obras de buena calidad, ponen muros de contención que el material se lo pueda llevar el agua, entonces empieza a socavarse el material”, explicó la ambientalista.
Pamela Siurob explicó que el material con el que se realizó la obra es arcilla, mismo que se lo llevó el agua y provocó que se asentara el camino; y agregó que, en caso de continuar con las obras planeadas, será imposible evitar otro suceso como este.
“Volvemos a advertir, sobre el cuerpo de un bordo no se debe construir, ni reducir su vaso. Y se pretende construir un centro comercial, creo que con esto están demostrando que debe de pararse esa construcción del centro comercial; si bien son terrenos particulares, no es posible que pongan en riesgo a toda la población”, expresó la ambientalista.
Una obra con falta de planeación
Ómar Chávez Alegría, coordinador de la carrera de Ingeniería Civil de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), aseguró que la obra se agrietó por el desplazamiento del material debido a la falta de apoyo lateral por las obras que se están llevando a cabo a un costado; además explicó que incluso quitar zona de vegetación, implicó un efecto negativo para la vialidad, pues también retenían el material y el agua.
“Conozco la zona y el proyecto en particular porque hicimos el plan maestro pluvial, precisamente para la Comisión Estatal de Infraestructura; en esa zona en particular tenemos movimientos y flujos de agua superficiales de muy buena cantidad, de muy buena velocidad; precisamente se encuentra en una cañada el lugar y por lo tanto, cualquier alteración del cauce puede generar un desplazamiento o una socavación del material”, indicó.
El docente de la UAQ aseguró que la restauración de la vialidad consistiría en trabajar desde los cinco metros de profundo, hasta la superficie y el costo sería elevado, pues implica movilidad de maquinaria, movilidad de personal, entre otras tareas.
“Va a ser una obra bastante cara porque es un tramo entre 300 y 500 metros, más o menos, el afectado, porque la grieta tiene una longitud un poquito menor, pero ya considerando el aproche del material que es prácticamente darle confinamiento lateral a toda la vialidad; si va a ser bastante, porque realmente lo que se desplazó fue desde abajo, que prácticamente son cinco metros de profundidad”, detalló.
Chávez Alegría, expresó que se trató de una obra con falta de planeación, que aun hay muchas zonas con este tipo de riesgo y varios bordos a los que les hace falta mantenimiento para que no ocasionen más problemas; además, agregó que ya cuando una obra sufre una falla de esta magnitud, es difícil garantizar su vida a largo plazo, sobre todo porque se requiere invertir para repararlas.
“En caso de que continuara la obra, realmente la obra se está haciendo dentro de un cauce y tenemos muchos problemas dentro de cauces, ahí está el caso de Antea, que precisamente frena el agua que viene de arriba, de la zona de Juriquilla y obviamente se genera una socavación por una tubería que no era la adecuada (…) entonces existe el riesgo de que aguas abajo, el flujo sea más grande”, concluyó.
Finalmente, solo queda esperar para ver si la vialidad será recuperada, pues quienes transitan diariamente por la zona, se encuentran con demora de tiempo por la grieta. Lo que es un hecho es que al parecer los cambios de uso de suelo no están contemplando las condiciones naturales de la zonas, que aunque momentáneamente entreguen infraestructura moderna, a mediano o largo plazo traerá más gastos y riesgo latente para los queretanos, tanto en su seguridad como en su calidad de vida.