América tiene su revancha y va a semifinales

América lo volvió a hacer, venció a Chivas a domicilio por 1-0 (2-1, global) y avanzó a las semifinales del Apertura 2016, torneo en el que busca coronar su Centenario con el título.

Gracias a un solitario gol de Oribe Peralta, las Águilas se cobraron la goleada de la Liga en la fase regular y la eliminación en las semifinales de la Copa MX, para dejar en el camino a un Rebaño que hoy mostró ganas, pero nada de futbol.

En un encuentro en el que el Rebaño arrancó con el dominio de las acciones en búsqueda de dar el último golpe al centenario azulcrema, pero batalló para generar peligro contra Moisés Muñoz.

Al 12′, Alan Pulido logró disparar contra el arco de las Águilas, pero su veterano cancerbero voló a su izquierda para evitar el tanto rojiblanco.

La velocidad fue la característica del encuentro, pues cuando una de las dos escuadras perdía el esférico, rápidamente el rival montada relampagueantes contragolpes, que fueron frenados por los zagueros para mantener 0-0 hasta el descanso.

La Volpe decidió jugar con dos delanteros tras la lesión de Rubens Sambueza, eligiendo a Silvio Romero y Oribe Peralta desde el inicio.

Sin embargo, el movimiento no le funcionó, pues los delanteros no se conectaron y dejaron espacios en la media cancha, lo que obligó al entrenador a corregir, y para el complemento metió a Carlos Rosel en lugar de Romero.

Esta modificación le trajo dividendos al América, pues comenzaron a tomar más la pelota, y en un tiro de esquina luego de una salvada de Rodolfo Cota, las Águilas encontraron el gol de la ventaja.

Al 53′, América encontró la gloria. Oribe Peralta corrió al manchón de penalti, le ganó la marca a Carlos Peña y metió un cabezazo sólido al ángulo para vencer a Rodolfo Cota.

La anotación desestabilizó al Rebaño que comenzó a perder balones de trámite.

Matías Almeyda, en su afán desesperado de buscar rápido el empate, mandó primero a la cancha a Javier López y luego, de una sola vez, a Marco Bueno y Néstor Calderón.

Con el paso de los minutos, el reloj se volvió el enemigo número uno de los rojiblancos que comenzaron a dar muestras de desesperación al no poder penetrar en una zaga azulcrema que lució por su orden.

Mientras que Renato Ibarra fue el hombre encargado de montar los contragolpes de América, que mantuvieron ocupado a Cota.

De manera dramática, con el portero Rodolfo Cota yendo a rematar en dos ocasiones en tiempo agregado y con Jair Pereira de centro delantero, las Chivas no pudieron marcar el gol que necesitaban y así le dijeron adiós al sueño de ser campeón.