Acuerda Consejo Universitario no tomar protesta a ninguna de las planillas ganadoras del SUPAUAQ

El Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de Querétaro aprobó no tomar protesta a ninguna de las planillas ganadoras para dirigir al Sindicato Único de Personal Académico de la UAQ (SUPAUAQ), hasta en tanto no logren un acuerdo y presenten al consejo universitario un comité oficial.

Lo anterior, se dio tras una larga discusión que duró más de dos horas, en la que Saúl García Guerrero denunció que Irineo Torres Pacheco, secretario académico de la UAQ rechazó realizar su toma de protesta como líder sindical, a pesar de que su planilla obtuvo de la autoridad laboral estatal la toma de nota, bajo el argumento de haber obtenido el triunfo con una diferencia de cinco votos.

“Hay que recordar que nuestro propio señor rector obtuvo su victoria para ocupar su cargo con una diferencia de cuatro votos, y en un acto de verdadera civilidad y en aras de resguardar el orden y el funcionamiento adecuado de nuestra máxima casa de estudios, varios consejeros universitarios, entre ellos la directora de la escuela de bachilleres María Eugenia Velázquez y Héctor Fernando Valencia Pérez otorgaron sus votos a favor de Gilberto Herrera Ruiz, a fin de que alcanzara la mayoría calificada que necesitaba para que le fuera tomada su protesta como nuevo rector”, aseveró.

Saúl García aprovechó para denunciar que el rector Gilberto Herrera Ruiz, en coordinación con el profesor Ángel Balderas Puga, se han encargado de sabotear el proceso.

“Es él quien precisamente ha sido el encargado, en colaboración con el maestro Ángel Balderas Puga, de enrarecer, dilatar y confundir la elección legítima del comité ejecutivo del SUPAUAQ que ahora presido (…) y para colmo reteniendo ilegal e injustamente el salario de los profesores afines a este nuevo comité ejecutivo, encabezado por su servidor”, destacó.

García Guerrero señaló que este tipo de acciones deben ser conocidas por los consejeros universitarios, pues aseveró que son el máximo órgano de autoridad universitaria, mientras que la rectoría sólo debe ejecutar las órdenes emanadas por el consejo.