Angélica Rivera usó departamento de empresa interesada en licitación de puertos

De acuerdo con el diario británico “The Guardian“, la primera dama federal, Angélica Rivera, utiliza para su esparcimiento personal una propiedad en Florida que pertenece a un contratista con intereses en la administración de su esposo, Enrique Peña Nieto.

La propiedad, un departamento de dos millones de dólares localizado en Cayo Biscayne, al sur de Miami, pertenece a Grupo Pierdant. Según el periódico británico, esta organización tiene interés en obtener contratos para administrar puertos en el territorio nacional.

The Guardian señaló también que Rivera ya poseía un departamento en el mismo condominio donde se encuentra el de Grupo Pierdant. No obstante, ambas propiedades están juntas, por lo que la empresa permitió a Rivera utilizar su departamento para que ambos queden unidos como si fueran uno solo.

Entre las irregularidades que permitieron a The Guardian descubrir esta situación, se encuentra el hecho de que ambos departamentos compartan el mismo teléfono y que Angélica Rivera pueda recibir paquetería en las dos direcciones.

Por otra parte, el periódico británico manifestó que intentaron contactar a la Presidencia de la República sin obtener respuesta alguna por parte de las autoridades federales.

Según lo consigna el medio, cuando se comunicaron a Los Pinos lo que les dijeron fue que no había nadie disponible para hablar sobre ese tema. Luego de un segundo, la oficina presidencial aseguró que no se podía dar información al respecto porque las propiedades de la primera dama son un asunto de seguridad nacional.

The Guardian también recordó que no es la primera vez que se vincula a la primera dama con el uso irregular de una propiedad. Para ejemplar esto, citó el caso de la llamada “Casa Blanca“, respecto a la cual el presidente acaba de pedir públicamente una disculpa.

En este sentido, el medio también señaló que la relación entre la presidencia y el Grupo Pierdant, data ya de tiempo atrás. En 2014, el Gobierno Federal firmó un contrato por el equivalente a 61 mil 500 dólares con Aurora Pierdant, hermana del propietario de la empresa.

Dicho contrato, contemplaba el pago de una presunta asesoría legal que Aurora Pierdant brindó al gobierno respecto a la Reforma Energética.

Pierdant se había desempeñado anteriormente como gerente en una de las divisiones de Pemex, puesto del cual fue despedida debido a presuntas negligencias administrativas y violaciones de procedimiento en la firma de contratos.