Francia vive un nuevo sueño

La locura desbordada por decenas de miles de personas en las principales calles y avenidas de la capital francesa, en sus monumentos más significativos y plazas públicas más renombradas como la Torre Eiffel, la Plaza de la Bastilla, el Arco del Triunfo, Campos Eliseos y muchos más, luego de la victoria de Francia sobre Alemania el jueves pasado, fue como una salida a la tensión, a la presión y esos momentos de incertidumbre que aún se viven en este país como consecuencia de los actos terroristas perpetrados aquí y en varias partes del mundo.

Cientos de miles de personas salieron a las calles a celebrar en una franca evocación de lo que pasó hace 18 años cuando luego de golear a Brasil en la final del Mundial de 1998, se coronaron campeones del mundo dando inicio a una Era Dorada para el futbol galo. Ahí se consagró Zidane al frente de la lista de héroes que le dieron a su país la realidad de algo que sólo habían soñado y acariciado de lejos incluso en los tiempos de Michel Platini con quien perdieron dos semifinales consecutivas, ambas ante Alemania.

Francia ha estado muy golpeada recientemente. No sólo por los atentados del año pasado u otros acontecimientos que no tienen nada que ver con el futbol y también con el propio balompié, luego del escándalo que vivieron Valbuena y Benzemá, un doping positivo y una falta de identidad absoluta, que, sin embargo, conforme fueron pasando los días desde que inició la Euro, han cambiado radicalmente, hasta que Les Bleus han vuelto a ser factor de unidad nacional.

Caminar hoy por las calles de París, es una locura, caras pintadas, camisetas azules, banderas en las ventanas, globos de colores en los restaurantes, aún sin televisión, y de pronto se olvidan todas las oscuridades que se han tenido que soportar, y que la verdad, le robaron algo de emoción y de pasión al evento.

Desde lo personal y lo deportivo hasta lo político confluyen en Francia al llegar el domingo de la final de la Euro. Hasta el presidente de Francia adornó las portadas de diarios deportivos tomándose “selfies” con los aficionados tras el partido en Marsella, el que selló las aspiraciones finalistas de los galos.

En caso de que Francia conquiste el título, el tercero de su historia, van a hacer falta vallas que contengan a las personas celebrando aún con más euforia, lo que ya vivimos el jueves pasado tras el triunfo sobre Alemania, más aún, quedará aún confeti sobre Champs Elysees que ni siquiera tendrán que levantar mañana lunes, pues el jueves habrá otros desfile, el de la victoria, el de la Independencia, que será reafirmado con la identidad nacional reconstruida y revivida, quien diría, por el futbol.