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Cristiano, última llamada

Por Staff Códice Informativo - 30/06/2016

El súper astro del futbol mundial se juega hoy ante Polonia, la oportunidad de dejar huella en la historia de la Selección de Portugal, que ha fracasado en las anteriores tres apariciones en la Euro, incluyendo la del 2004 jugada en casa

 Cristiano, última llamada

El futbol tiene espacio para muchos recuerdos, pero no tiene espacio para rememorar el paso de los futbolistas que fracasaron con sus equipos, o más grave aún, con sus selecciones nacionales. A sus 31 años, Cristiano Ronaldo está jugando su cuarta Eurocopa y es ya el futbolista que más partidos de esta competencia ha jugado en la historia, lo cual, a la luz de los hechos, no ha significado en términos prácticos mucho para su carrera.

Portugal se ha pasado los últimos días pidiendo “Milagros de Lourdes” para continuar en la Euro, primero con el empate a tres goles ante Hungría, que los dejó tambaleantes pero calificados en el tercer sitio de su grupo, y con la obligación de medirse ante Luka Modric y Croacia, ganadores del Grupo D. Una jugada de casualidad, con un balón rebotado que tomó Quaresma en los instantes finales del encuentro, le permitió a los lusos avanzar a los cuartos de final. Muchos milagros en tan pocos días, no es común.

Uno de esos milagros fue el despertar de Cristiano Ronaldo, quien había fallado incluso un penalti ante Austria, y que con dos grandes anotaciones, una de ellas de taquito, pareció darle nuevos motivos al vacilante equipo portugués, Cristiano-dependiente por naturaleza y que en el duelo de octavos de final ante Croacia sólo hizo dos disparos a gol en la primera mitad.

Al jugar aquel partido ante Hungría, y conseguir los dos goles Cristiano, consiguió también tres hitos de manera simultánea, se convirtió en la máximo anotador en la historia de la Selección de Portugal, es el primer futbolista de la historia en anotar en cuatro ediciones diferentes de la Euro y es el futbolista que más partidos ha jugado ya en la historia de este evento. Mucho relumbrón, que en términos prácticos no ha dicho nada.

TRES EUROS Y CONTANDO… Cristiano tiene 31 años, se podría decir que está en plena madurez como deportista, y hace 12 años participó con el equipo de su país que fue el anfitrión de la Euro del 2004.

Portugal inició y terminó el evento perdiendo. En ambos casos, en la inauguración y en la final, con el mismo rival, la Grecia del técnico alemán Otto Rehagel, lo único que cambió fue el escenario, primero el Estadio Dragao de Oporto y la final en el Estadio de la Luz de Lisboa. Ronaldo hizo un gol ante los griegos en el minuto 93 en la partido inaugural, uno más en la definición por penaltis ante Inglaterra en los cuartos de final y uno más ante Holanda en las semifinales. A sus 19 años recién cumplidos, tuvo una destacada actuación, pero no fue suficiente. Ronaldo no era la estrella de Portugal. Aún.

Cuatro años más tarde, en Austria-Suiza, Portugal ganó su grupo eliminatorio, Cristiano hizo un gol en el segundo encuentro en la victoria ante la República Checa, y luego desapareció. Alemania derrotó a los lusitanos 3-2 en los cuartos de final.

Pero donde de verdad la impotencia de los aficionados hizo acto de presencia, fue hace cuatro años en Ucrania-Polonia. Cristiano le hizo un golazo a la República Checa en los cuartos de final en el Estadio Nacional de Varsovia y parecía que finalmente sería capaz de conducir a puerto seguro a su equipo nacional. Nada más lejos de le realidad.

Tal vez ante el influjo de la camiseta La Furia, Cristiano se eclipsó en la cancha de la Donbass Arena de Donetsk, en un intenso partido que acabó empatado sin goles en los 90 minutos. Sin embargo, la estrella del Madrid no fue la figura de otros días, y por supuesto no se acercó siquiera a su soberbia actuación ante los checos. Chocó contra todos sus rivales, los del Madrid y los del Barcelona y acabó pidiendo tirar el quinto penalti, un tiro que ya no fue necesario, pues Iniesta, Piqué, Ramos y Fábregas se encargaron de llevarse la gloria para ellos después de la falla de Alves.

SIN MAÑANA. Hablar de la Copa del Mundo es otra historia. Hoy, Cristiano se enfrenta a Polonia, un equipo que está escribiendo su propia historia, una nueva historia lejos de los Lato y los Boniek y todas aquellas figuras legendarias. Hoy es Robert Lewandowski, la estrella del Bayern Munich quien comanda a su equipo que ha llegado más lejos que nunca en su historia en este evento.

Si el delantero del Real Madrid no es capaz de llevar a Portugal a las semifinales, habrá perdido probablemente su última gran oportunidad de conquistar el título que se les escapó en casa hace 12 años. No hay mañana y el legendario Stade Velòdrome de Marsella será el escenario donde puede pasar finalmente a la historia encabezando la nueva rebelión portuguesa, o tomar sus cosas y regresar a casa, a Madrid, a seguir ganando trofeos para los españoles, y no para su causa, para su casa verdadera, para su piel legítima, la de la siempre convulsa Portugal.

 

 

 

 


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