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El doping de atletas rusos avalado por el Kremlin desata más dudas

Por Staff Códice Informativo - 16/02/2016

Seguramente que nadie ha olvidado aquellos majestuosos Juegos Olímpicos de Sydney 2000, cuando Marion Jones se irguió como la mas laureada deportista de los Estados […]

 El doping de atletas rusos avalado por el Kremlin desata más dudas

Seguramente que nadie ha olvidado aquellos majestuosos Juegos Olímpicos de Sydney 2000, cuando Marion Jones se irguió como la mas laureada deportista de los Estados Unidos en Atletismo, ganando 5 medallas. Hace unos 5 años, Jones fue despojada de sus preseas por el Comité Olímpico Internacional acusada de haber cometido doping, y más aún, fue encarcelada por la justicia norteamericana acusada de perjurio.

El pasado mes de noviembre, y tras una investigación de la Agencia Mundial Antidopaje, que publicó un reporte de 323 paginas, se informó de la existencia de un programa patrocinado por el gobierno ruso para dopar a sus atletas y darles ayuda sistemática al menos en pruebas de atletismo. El reporte concluía que Rusia debería ser suspendida e impedida de participar en los Juegos Olímpicos de Río 2016 si no imponía y probaba cambios radicales para luchar contra el doping. Se recomendó además que cinco atletas incluyendo a la campeona olímpica Mariya Savinova fueran expulsados de por vida.

A LA CAZA DE LOS TRAMPOSOS

A lo largo de la década cayeron muchos de los mas sobresalientes deportistas del mundo, atrapados haciendo trampa, engañando y lucrando con el deporte. La Agencia Mundial Antidopaje, creada por el Comité Olímpico Internacional en 1999, se las ha arreglado para seguir siendo un ente acreditado y de prestigio, aún por encima de sus creadores quienes sucumbieron a la corrupción.

Sin embargo en Rusia no ven las cosas de la misma manera. De hecho, no hubo criticas por la destrucción de análisis con resultados positivos, las amenazas a los técnicos de laboratorio por parte de agentes de la policía secreta rusa, o incluso la extorsión de atletas por parte de oficiales para cubrir sus pruebas positivas. Nadie siquiera cuestionó al presidente Vladimir Putin por el escándalo, aparentemente financiado por el Kremlin.

La economía rusa, golpeada por las sanciones de Occidente por las invasiones de Crimea y Ucrania, ha perdido potencial y el rublo se ha devaluado casi el 50%, pero en estos tiempos, el deporte, como en la época soviética, sigue siendo un asunto de gobierno y de prestigio global, así que cualquier golpe a la imagen de los deportistas rusos es un golpe directo al Kremlin. Así que finalmente Putin ha declarado que se reunirá con oficiales gubernamentales del deporte mañana miércoles.

El ministro de deportes de Rusia ha dicho que “hay este tipo de escándalos en muchos países en el mundo” y que considerando que los deportistas de Rusia se pasan 10 meses cada año fuera de su país compitiendo, el “doping no es un asunto de Rusia, sino un asunto internacional”. O, como dice la televisión rusa todos los domingos, “es un ataque infame del imperialismo”

MANO FIRME CONTRA RUSIA

Pero la decisión de la Federación Internacional de Federaciones de Atletismo, comandada ahora por el campeón olímpico británico, Sebastián Coe, se ha mantenido firme en su decisión de investigar hasta sus últimas consecuencias a los atletas, entrenadores, doctores y oficiales rusos involucrados, y ha mantenido vigente la suspensión para que Rusia pueda participar en competencias internacionales y queda aún en duda si podrán competir en Río 2016 o no. De acuerdo con reportes de la WADA (Agencia Mundial Antidopaje), Rusia ha tenido más reportes positivos de doping que cualquier otro país en los últimos dos años, casi el 12 por cierto de todas las violaciones en el mundo.

Incluso la campeona olímpica y mundial de salto con pértiga, Yelena Isinbayeva ha pedido que no todos los rusos sean suspendidos, por considerar que hay quienes, como ella, han ganado limpiamente. El escándalo ha llegado al extremo de revocar la acreditación del laboratorio antidoping de Moscú por parte de la WADA, con lo cual la orden impidió de inmediato, cualquier manipulación de pruebas de sangre y orina por parte de este laboratorio.

La confirmación de que el Comité Olímpico Internacional solicitó por recomendación de la WADA, a la Federación Internacional, iniciar procedimientos disciplinarios, que incluyeran, en caso de ser necesario, despojarlos de sus resultados olímpicos y medallas.

PREGUNTAS SIN RESPUESTA

Ayer se dio a conocer a través de la agencia oficial de noticias rusa TASS, que el ex director de la Agencia Rusa Antidopaje NikitaKamayev, había muerto “aparentemente” de un ataque cardiaco. Aunque las causas han sido señaladas por otros oficiales como “inexplicables”.

Hace dos semanas, el 3 de febrero, el fundador de la agencia, VyacheslavSinev, también murió pero la Agencia Antidoping de Rusia (RUSADA) no citó las causas del fallecimiento. Ambos directivos renunciaron en diciembre a sus cargos un mes después de que se desatara el escándalo.

El reporte que los puso en desgracia, citaba que la colusión se dio entre todas las partes, deportistas, entrenadores, coaches, y autoridades antidoping para proveer a los atletas con sustancias prohibidas y otras sustancias para maquillarlas y que no se reflejaran en exámenes hechos fuera de Rusia. Las pruebas positivas con que identificaban localmente a los atletas, fueron destruidas contra todos los protocolos.

Además se les acusaba a ambos dirigentes y a otro que sobrevive, Ramil Khabriev, de informar por adelantado de los “exámenes antidoping sorpresa” de la Agencia Mundial.

Se esperaba que Kamayev y Sinev participaran como testigos en las investigaciones de la WADA, por el momento, es un laboratorio de Londres el que hace las pruebas antidoping de atletas rusos. Entre las múltiples acusaciones en su contra estaban las de falsear declaraciones cuando agentes de la policía secreta rusa se infiltraron en el Laboratorio Antidoping de los Juegos Olímpicos de Sochi en Rusia hace dos años.


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