Resurgen rugido y garra en CU

El rugido de Pumas se escuchó en Ciudad Universitaria, tras conseguir su primera victoria del torneo en casa, al imponerse 3-2 al Toluca, en un juego en que Ismael Sosa marcó un doblete.
Los auriazules fueron más efectivos que de costumbre y en el resultado reflejaron su superioridad ante un cuadro escarlata perdido en defensa, confundido en el medio campo y sin presencia ofensiva. Pumas fue más sobre la grama y el electrónico ahora sí acompañó el desempeño del equipo.
El conjunto felino madrugó a los del infierno y en el minuto 2 de acción ya tenía el marcador a su favor, gracias a un buen remate de Gerardo Alcoba en tiro de esquina, quien se estrenó con los del Pedregal, en el que le ganó a su marca y dejó sin opciones a Alfredo Talavera
El tanto felino desconcentró a los Diablos, que en la semana ya se habían llevado una goleada en la Copa ante el Mérida, y ahora parecían recordar un poco esos fantasmas. En el centro del campo no recuperaban ningún balón, por las bandas eran fácilmente eludidos y en la zaga, su zona habitualmente más fuerte, simplemente no había solidez.
La presión de los de casa continuó pues buscaba a toda costa incrementar la ventaja y tener mejor manejo del juego. Al 11′, David Cabrera sacó un disparo raso desde la media luna y el balón pasó muy cerca del poste, abandonando dramáticamente el terreno de juego.
Ismael Sosa aprovechó las facilidades defensivas; condujo el balón hasta los linderos del área y con un misil dejó sembrado a un Talavera, que por más gritos que pegaba, sus compañeros parecían no escucharlo.
El técnico mexiquense, Saturnino Cardozo, envió a Raúl Nava en lugar de Jerónimo Amione antes de que acabara el primer tiempo.
Los Diablos intentaron responder, pero Pumas se plantó bien en el campo y cerró todos los espacios durante el final del primer tiempo, sin embargo, los del Estado de México salieron enchufados en el complemento y con una volea, Carlos Esquivel consiguió el descuento al 54′, y la afición en CU empezó a murmurar. La batalla ya no se veía tan sencilla y mucho menos sentenciada ante un equipo lleno de oficio y experiencia para tratar este tipo de situaciones.
Por los siguientes 20 minutos, el dominio de las acciones fue alterno, pero al 75′ Ismael Sosa se combinó con Omar Islas y recibió un centro raso, justo frente al arco de Talavera, él sólo tuvo que fusilar para poner el 3-1 que parecía definitivo.
El Toluca no se venció y apostó por seguir en su lucha. Con ello logró un gol más, producto de Edgar Benítez, quien fusiló a Alfredo Saldívar; aprovechó un despeje de su defensa para ganarle la espalda a la zaga felina y tras dejar botar una vez el esférico, lo prendió de aire para anotar el 3-2 y aunque en la última jugada del encuentro los Diablos estuvieron a punto de conseguir el empate, Pumas se llevó la sufrida victoria.