Trabajadores alistan festejo de la Santa Cruz
Cada año, los trabajadores de la construcción no perdonan la convivencia que se tiene que dar en torno a la celebración de la Santa Cruz.
Ya se encuentra todo listo para que este 3 de mayo se festeje el día de la Santa Cruz, que da paso a la fiesta entre los trabajadores de la construcción; un noble y antiguo oficio que ha sido muy necesario a través de los tiempos, pero en ocasiones poco remunerado.
El festejo comienza muy temprano, apenas dan las seis de la mañana y comienzan a llegar los primeros trabajadores, quienes colocan una cruz con distintos tipos de materiales, desde madera, varilla o latón, la cual adornan con vivos colores, pidiendo a dios que los bendiga y los proteja durante sus labores.
La comida es invitada por el patrón, el dueño de la obra o el jefe directo. Carnitas, barbacoa, tamales o tacos, no importa lo que se vaya a almorzar, sino el corazón con el que es dado. De tomar no pueden faltar los refrescos, aunque la mayoría prefiere una cerveza, algunas para comer y otras para al terminar la jornada, seguir la fiesta.
Es el caso de Félix, quien tiene más de 15 años en el negocio de la construcción, maestro albañil de oficio disfruta cada día como si fuera el primero, pues con gusto recuerda que gracias a este trabajo ha podido sacar adelante a su familia y dar apoyo a sus hijos.
“Sí, me gusta, me gusta la construcción de todo de albañilería; cuando uno llega a ser maestro es porque le gusta lo que hace, porque realmente si no te gusta el trabajo no lo aprendes, es como una regla”, narró.
Este es un trabajo pesado, un oficio físico, que requiere de esfuerzo, ya que la jornada laboral de cada trabajador es de más de ocho horas, en pleno sol y con pocos descansos; situación que se olvida unos momentos cuando con un buen radio o una banda, los trabajadores de la obra festejan la Santa Cruz.
“Es un trabajo pesado, muy pesado, no es difícil pero si un trabajo pesado, pero la gente que está aquí nos apoyamos y entre todos le echamos ganas”, dijo Félix.
Una hermandad, una cofradía, donde los trabajadores de la construcción comparten situaciones alegres y tristes, pero que como familia salen adelante.
Tanto Félix como los cientos de trabajadores de la construcción el 3 de mayo disfrutan de un convivio, donde lo tradicional son unas ricas carnitas, y un merecido descanso; en un trabajo que tiene la peculiaridad de que al final de su jornada, puedan sentirse orgullosos de haber participado en la construcción de cualquier edificación.