Estados Unidos salva a México del fracaso futbolístico

Un verdadero milagro salvó este martes a la selección mexicana de fútbo, de una debacle que se dibujaba como histórica.

Como pocas veces pasa, todo lo que podía salir mal, salió mal. El partido de México fue un desastre, Costa Rica bailó a su ritmo, y en Panamá los canaleros daban una lección al mundo de lo que es jugar con pundonor y amor propio. 

En los primeros minutos del partido en San José, ya se reflejaba lo que sería el trámite de la noche. “Chicharito” falló de forma ridícula una magnífica oportunidad de abrir el marcador, sin saber lo que costaría ese error. Minutos después, en Panamá, Gabriel Torres abría el marcador y el miedo comenzaba a hacerse notar.

Al 25, Bryan Ruiz se sacó a los dos centrales con un sutil toque de cabeza y definió fuerte con su zurda para vencer a Guillermo Ochoa.

A pesar del temblor momentáneo, al 29′ Carlos Peña puso una buena bola al área, que tras un rebote acabo en los pies de Oribe Peralta, quien definió fuerte y arriba para empatar el cotejo.

Sin variantes, falto de técnica y debiendo mucho corazón, México avanzó en el juego sin lograr nada en concreto. Costa Rica, en cambio, ya calificado demostró ética deportiva y no dejó de atacar, hasta que con una internada por derecha Álvaro Saborio recibió la bola de primera definió con la cabeza para dejar sin oportunidades a Ochoa.

Minutos después, como si se tratase de un guión de terror, Panamá marcó su segundo gol y se puso arriba 2 a 1nde Estados Unidos, con lo que a falta de 10 minutos, México se encontrará oficialmente eliminado.

Si bien lo normal habría sido ver a México buscando de forma incansable un gol, eso no sucedió. Costa Rica en cambio pegó un buen baile y pronto de noto que si habría milagro, no se gestaría en San José.

Pero el fútbol es sensaciones. En Panamá ya todos disfrutaban de las mieles del mundial cuando, tras un centro desde la izquierda, Graham Suzi la embocó de cabeza, faltando un minuto para el final, apagando la ilusión de todo un país. En México, cuando todo parecía perdido y la consumación del fracaso más grande del fútbol mexicano en su historia se mostraba como un hecho, de repente llegó la noticia del milagro.

México jugará el repechaje para buscar un bolero rumbo al Mundial 2014 contra Nueva Zelanda, en partidos de ida y vuelta, el próximo mes.