¿La Pirámide del Fuego en Teotihuacán?
¿Pirámide del Sol o del Fuego? Confusión prehispánica.
Los descubrimientos arqueológicos que se hicieron el pasado 12 de febrero en la Pirámide del Sol de Teotihuacán podrían significar un cambio en la historia del monumento como la conocemos, según sugiere el antropólogo Leonardo López Luján. Se trata del hallazgo de cuatro piezas: dos estelas completas, el fragmento de otra, y una figura de Huehueteótl, Dios mesoamericano del fuego, también conocido como Dios Viejo.
Se estima que las piezas datan de entre los siglos V y VI, y fueron encontradas en una fosa en la cima de la pirámide. De acuerdo con las investigaciones del antropólogo Alejandro Sarabia, líder del proyecto bajo el que se hicieron los descubrimientos, estos vestigios formaban parte de un templo en la cima de la pirámide que fue derrumbado durante el periodo comprendido entre los siglos antes mencionados, y que lograron conservarse en el mismo lugar donde fueron colocados hace cientos de años.
La escultura de Huehueteótl está hecha de andesita gris, mide 58 centímetros y pesa unos 190 kilos, convirtiéndose en la más grande del mismo que se ha encontrado hasta ahora. Las sospechas de que la Pirámide del Sol podría realmente ser la Pirámide del Fuego, se deben a que a lo largo del tiempo se han hecho diferentes descubrimientos de restos arqueológicos relacionados precisamente al fuego, siendo uno de los más importantes el realizado por el arqueólogo Leopoldo Batres hace más de 100 años.
Aunque no se trata más que de suposiciones, pues las pruebas que sugieren un cambio en la tesis del propósito de la pirámide no son contundentes, las investigaciones que se realicen a partir estos nuevos integrantes del acervo arqueológico nacional ofrecerán una posible respuesta a este cuestionamiento.
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