Se manifiestan ciudadanos y Legislatura cierra sus puertas

Integrantes del Movimiento de Unidad Popular se apostaron afuera de la céntrica Casa Mota, sede de la Legislatura del Estado de Querétaro, pero antes de ser recibidos por los diputados locales el portón fue cerrado.

Previamente los manifestantes habían acudido al edificio donde se llevan a cabo las sesiones de pleno, ubicado calle 5 de Mayo, para tratar de ser recibidos por el presidente de la Mesa Directiva, Braulio Guerra Urbiola, para preguntarle sobre el presupuesto en materia de vivienda que presentó el Poder Ejecutivo estatal.

Al no tener respuesta por parte del priista Guerra Urbiola los manifestantes acudieron a Casa Mota, ubicada en calle Madero, donde están las oficinas de los 25 diputados locales y tampoco recibieron respuesta a su petición.

El Movimiento de Unidad Popular busca resolver su problema de vivienda ya que en febrero de este año dieron seis mil pesos de enganche en el Instituto Estatal de Vivienda para recibir una casa por parte del gobierno estatal, esto en el municipio de El Marqués, en la colonia Libertadores.

“No se la puedo pedir a nadie más que a ellos, porque quién sabe por qué no ha sido aprobado son el gobernador y ellos. Me dijeron mañana hay sesión, y fui hoy. No hay nada, venimos aquí y nos cierran la puerta. Entonces yo digo, en este estado tenemos una crisis política terrible, tenemos un secretario de Gobierno que no atiende a las organizaciones, atiende sólo a los ricos, y se tardó meses en hacer un sorteo para unas concesiones que resultó una farsa”, opinó un manifestante.

Guerra Guerra señaló horas después que no estaba al tanto de la manifestación y que no hubo una orden para cerrar las puertas de Casa Mota.

La organización fue recibida más tarde por el diputado local Gilberto Pedraza Núñez, presidente de la Comisión de Desarrollo Social y Vivienda en la LVII Legislatura, y le solicitaron estar presentes en las sesiones de la Comisión de Planeación y Presupuesto en las que se apruebe el Presupuesto 2013.

María Antonia Pérez Sosa, lideresa del movimiento, indicó que hay 120 afectados de su organización, pero fueron cerca de mil 400 personas quienes dieron el enganche, y denunció que las pocas casas que se han terminado se entregaron a policías como premio, aunque estos no desembolsaron un peso.