Cierres de campaña
“Una cena de negros en ciernes”
Pletórica, así debió ser la tarde de este domingo para el candidato de la coalición “Compromiso por Querétaro” Roberto Loyola tras un lleno espectacular en el auditorio Josefa Ortiz de Domínguez.
Mientras, quienes se dieron la vuelta por el Jardín Guerrero, pudieron observar que el mismo por las calles de Guerrero y 16 de septiembre lucía “a medio gas”; en este sitio cerró su campaña el candidato del PAN Armando Rivera.
De ser ciertos los dos párrafos anteriores concuerdan fielmente con las encuestas que retratan las preferencias electorales de los queretanos.
Y es que en el evento de Roberto Loyola, se encargaron de repartir un panfleto cuya cabeza rezaba “Loyola se fortalece gracias a tu confianza”.
En dicho libelo se plasman los resultados de las últimas dos encuestas practicadas a los electores del municipio de Querétaro; una de ellas realizada por Parametría y la otra por la Universidad Autónoma de Querétaro.
En ambas Loyola le lleva ventaja a Rivera por más de 8.5 puntos, lo cual a una semana de la elección, y ya sin campañas de por medio se antoja difícil para el candidato de Acción Nacional, pero aún no hay nada escrito; dicen los que saben que la mejor encuesta se da en las urnas el día de la elección.
Donde las cosas también se antojan complicadas es en los “coleros” José Luis Aguilera de Movimiento Ciudadano y Adolfo Camacho del PRD, ya que en ambas encuestas quedan empatados con el 5% de las preferencias electorales.
Ambos candidatos están luchando por tratar de meter dos regidores por la vía plurinominal. En el caso del perredista, la que peligra es su regiduría, ya que va en la segunda posición, detrás de la esposa de Pablo González Loyola, María Cándida Acosta Pérez.
Por la parte de los naranjas el más ilusionado es Adolfo Ortega, ex comisionado estatal de Derechos Humanos, ayer muy cercano a la derecha de Paco Garrido y hoy participando a fondo con la “izquierda” de la mano de su amigo José Luis Aguilera.
Dicen los que saben que de lograr un 8%, cualquiera de estas dos fuerzas podría tener a dos regidores en el próximo cabildo municipal, el efecto “AMLO” podría glorificar a cualquiera de los dos bandos.
Si los números de las encuestas fueran definitivos, el PRI tendría un Presidente Municipal, un síndico y ocho regidores de mayoría relativa; los otros seis regidores serían de “representación proporcional” privilegiando a los partidos que no ganaron la elección.
Así quizá Acción Nacional alcance a meter cuatro regidores cuyos nombres serían Armando Rivera Castillejos, Gerardo Cuanalo Santos, Salvador Martínez Ortiz, y Guadalupe Murguía Gutiérrez.
Todos estos nombres son viejos conocidos del panismo queretano. Armando Rivera ex presidente municipal y célebre por confrontarse con quien no comparte su punto de vista, desde el ex gobernador Garrido, el ex procurador Juan Martín Granados, y sus coequiperos Manuel González Valle y Jorge Rivadeneyra.
Gerardo Cuanalo, diputado local con licencia, se hizo célebre cuando en la glosa del segundo informe de gobierno preguntó al entonces Secretario de Desarrollo Sustentable, Tonatiuh Salinas, si era hermano de un narcotraficante michoacano que llevaba sus mismos apellidos.
Salvador Martínez, también diputado local con licencia, saltó a la fama al manifestarse en contra del ayuntamiento actual de su propio partido, en apoyo de los comerciantes del tepetate que se oponían a la instalación de unas tiendas del grupo Wal-Mart.
Guadalupe Murguía es la ex secretaria de Educación Pública de la pasada administración “garridista”, también célebre por haber intentado en dos ocasiones ser candidata de su partido a la presidencia municipal, primero contra Manuel González Valle y el segundo intento en contra de Francisco Domínguez.
Con todos estos personajes, redondeados con los de Movimiento Ciudadano y los perredistas antes descritos, el próximo cabildo de Querétaro será sin lugar a dudas “una cena de negros”. Por lo pronto habrá que estar atentos a lo que venga esta semana.