Tan íntimo como el sexo/El asalto a la razón/Carlos Marín/Milenio
Igual que la exigencia de que los debates oficiales de candidatos a la Presidencia se transmitieran en cadena nacional, la petición de que el IFE […]
Igual que la exigencia de que los debates oficiales de candidatos a la Presidencia se transmitieran en cadena nacional, la petición de que el IFE impidiera el ingreso de teléfonos celulares a las casillas de votación era insensata. Más aún: acceder a tales demandas constituiría una ominosa violación del Estado a las garantías individuales porque, en la primera, se coartaría la libertad de selección de programas televisivos y radiofónicos de las audiencias y, en la segunda, se impondría a los votantes límites inimaginables al acudir a lo que se supone es una “fiesta cívica”.