Plaza de almas. DE POLíTICA Y COSAS PEORES / Catón
Si yo fuera diputado -¡Dios me libre!- presentaría una iniciativa de ley para enviar a la cárcel a cualquier hombre que obtuviera el favor de […]
Si yo fuera diputado -¡Dios me libre!- presentaría una iniciativa de ley para enviar a la cárcel a cualquier hombre que obtuviera el favor de una mujer valiéndose para ello de una falsa promesa de matrimonio. No estoy en contra de los seductores. Estoy, sí, contra los burladores. Quien seduce a una mujer de igual a igual, valido de su encanto, de su habilidad para el cortejo, ese hombre merece mi admiración y hasta un poco -vergonzantemente- mi insana envidia de varón.