Negocio político. JAQUE MATE / Sergio Sarmiento
Al final hay que entender que la política es un negocio. No trata -por lo menos no en nuestro país- de dar mejores servicios a […]
Al final hay que entender que la política es un negocio. No trata -por lo menos no en nuestro país- de dar mejores servicios a los ciudadanos o de lograr que éstos gocen de un mejor nivel de vida. Lo importante es cuánto se puede cobrar a cada paso. El gobierno de la Ciudad de México tomó la decisión correcta de no prohibir Uber y Cabify como exigían los líderes de los taxistas que ven en riesgo su negocio de manejar placas que alcanzan precios cercanos a los 100 mil pesos en el mercado negro.