La Peje-sonrisa. Sergio Aguayo
En el Estado de México se apostó fuerte. Legalmente triunfaron Enrique Peña Nieto y el PRI; con una perspectiva más amplia sufrieron una grave derrota […]
En el Estado de México se apostó fuerte. Legalmente triunfaron Enrique Peña Nieto y el PRI; con una perspectiva más amplia sufrieron una grave derrota política. ¿Por qué no se observa un rictus de congoja o enojo en los semblantes de Andrés Manuel López Obrador y Delfina Gómez?, ¿por qué se salieron del guión y no convocaron a marchas y plantones ni mandaron (justificadamente) al diablo a esas instituciones?, ¿por qué presentan impugnaciones ante árbitros controlados por el PRI? La explicación de fondo es que, a diferencia del Presidente, López Obrador nunca perdió de vista la elección presidencial.