Ilusión perdida. DE POLíTICA Y COSAS PEORES / Catón
Los recién casados pasaron la primera noche en su nidito de amor. A la mañana siguiente él sacó un billete de su cartera y se […]
Los recién casados pasaron la primera noche en su nidito de amor. A la mañana siguiente él sacó un billete de su cartera y se lo dio a su flamante mujercita para que comprara la comida de ese día. Ella se puso feliz. Le dijo alegremente: “¿Tú también me vas a pagar?”… Relató doña Pasita: “Había un ratón en mi casa, y le puse veneno en el agujerito”. Babalucas preguntó con interés: “¿Y quién se lo detuvo?”… En el sepelio de la señora Frinetina su marido se veía sereno, si bien algo acongojado.