Destino natural. DE POLíTICA Y COSAS PEORES / Catón
Afrodisio Pitongo, hombre dado a la lubricidad y la libídine, estaba yogando con una joven mujer que no mostraba destreza alguna en las artes venusinas, […]
Afrodisio Pitongo, hombre dado a la lubricidad y la libídine, estaba yogando con una joven mujer que no mostraba destreza alguna en las artes venusinas, pues se mantenía -para decirlo en palabras operísticas- fredda ed immobile come una statua. En la mitad del aburrido trance dijo ella: “Es mi primera vez”. Replicó Afrodisio: “Y en lo que a mí hace, linda, será también la última”…