Astillero/Julio Hernández López/La Jornada
Enrique Peña Nieto hace saber que su eventual victoria del próximo domingo sería como la de Carlos Salinas de Gortari, acusado en 1988 de fraude […]
Enrique Peña Nieto hace saber que su eventual victoria del próximo domingo sería como la de Carlos Salinas de Gortari, acusado en 1988 de fraude electoral: contundente e inobjetable. Instalado gozosamente en los dominios futbolísticos de Televisa, para demostrar orgullo por la marca de la casa, el ahijado político del neosalinismo repite dos de las tres partes de la la letanía de autovalidación que en su momento utilizó el entonces presidente del PRI, Jorge de la Vega Domínguez: “Triunfo claro, contundente e inobjetable”, adujo en su momento este chiapaneco.